27 abr 2022

MEMORIAS DEL VIVIR A CONTRACORRIENTE


 


MEMORIAS DEL VIVIR A CONTRACORRIENTE


No me arrepiento haber vivido como quiero.

Hacer lo que puedo y lo que parece imposible también.     

Constante, leal a mis principios y origen territorial 

y lo seré hasta el final de mis días, que se acercan.

 

No me arrepiento de ser un trabajador incansable,

- por suerte en lo que me gusta-, la creación artística,

porque sí y por las causas nobles de la humanidad,

la memoria, la justicia social, la verdad verdadera,

porque sin ellas nada tiene sentido.

 

No me arrepiento de haber mantenido una praxis artística,

donde, la obra no es sólo belleza, decoración,

entretenimiento, o show comercial.

Por ello, he intentado no vivir del Arte, sino, más bien

vivir para él, con la imaginación creadora como bandera.

 

No me arrepiento de detestar lo rutinario,

el individualismo, el poder, la soberbia,

la ignorancia, la ociosidad, la mentira, el robo,

las traiciones, la deslealtad, el desamor…

todas ellas lacras humanas inducidas,

a las que enfrento con sus propios antónimos.

 

No me arrepiento del no creer en religiones, cultos,

mandamientos, sermones, pecados, penitencias, flagelaciones.

Tampoco en bautizos, extremaunciones, apariciones, advocaciones,

cielos, paraísos, purgatorios, infiernos, demonios,

menos en abstinencias, celibatos, dioses, ángeles,

ni en las once mil vírgenes.

 

No me arrepiento del no creer en profetas, brujos,

pitonisas, adivinos, magos o en genios salidos frotando

lámparas de aceite, ni en la fatalidad del martes trece.

Para mí, los gatos negros, mariposas negras, nubes

y aguas negras… sólo son un decir racista.

 

No me arrepiento de seguir pensando que la paz, la libertad,

la verdad, la justicia social, no existen, han sido sólo términos espurios,

repetidos hasta el cansancio, burlados permanentemente

por una humanidad enferma, que asesina en nombre de ellos.

 

Por último, “sin que me quede nada por dentro”,

nunca he creído que el calentamiento global, las pandemias

y la miseria, sean casuales, ni ajenas a la mano del quehacer humano,

tampoco que las guerras sean la paz del futuro.

 

Aníbal Ortizpozo
Texto reciente de su serie
“LA PORFIADA MEMORIA” - Caracas, abril 2022