29 sept 2011

NUESTRO NACIONALIS​MO DE CADA DIA

Prácticas difusas de nacionalismo vulgar.
Aníbal Ortizpozo

“El nacionalismo es la extraña creencia
de que un país es mejor que otro
por virtud del hecho de que naciste ahí”.
G. B. Shaw

Para los que trabajamos seriamente en el campo del arte y la cultura, está claro que el nacionalismo no es sólo ese “orgullo nacional” que algunos llevan por dentro. Lo complejo de su ideología y prácticas políticas, ha llevado a especialistas a establecer múltiples formas de nacionalismos: de primera y segunda generación, liberal, conservador, banal, romántico, cultural, étnico, religioso y revolucionario. No obstante, según los estudiosos, cualquier distinción de formas de nacionalismo es falsa, porque el nacionalismo es uno solo representado por una población construyendo una nación, un territorio y la creencia en una cultura común. Por ejemplo, respecto del “nacionalismo cultural” se observa que se establecen programas o normas, que uniforman y mantienen las prácticas culturales preexistentes, sin considerar la diversidad. Además se sostiene un concepto racional y abstracto de cultura, privilegiando la llamada “cultura popular”, sin definirla, instalándola como el ideal en toda la extensión territorial, excluyendo, postergando las formas de cultura no consideradas “populares”.

Cualquiera que sean las formas o prácticas de nacionalismo, surgen de nuestra legítima duda múltiples interrogantes que investigar ¿ser nacionalista, en qué grado? ¿Existe contradicción entre nacionalismo y la tradicional postura internacional del socialismo? ¿Cuáles son los límites de ser nacionalista...? ¿El ultranacionalismo, ideología o dogma religioso?

En ocasiones el nacionalismo ha estado estrechamente ligado, a líderes carismáticos que no son del todo responsables del “culto a la personalidad que ellos generan” o un hiperliderazgo que sostienen, una vez en el poder, desplazando a colectivos, movimientos sociales y partidos políticos que lo eligieron democráticamente. Reseñados en la historia política de Latinoamérica cito sus movimientos, sin establecer o calificar límites definidos entre el bien y el mal que su liderazgo produjo, por un lado se habla de: Alfaristas.(EC), Sandinistas.(NI), Farabundistas.(SV), Torrijistas.(PA), Velazquistas.(PE), Fidelistas.(CU), Allendistas.(CL), Zapatistas.(MX), Varguistas.(BR), Gaitanistas.(CO), Chavistas.(VE), Correistas.(EC), Kircherismo.(AR), por otro lado, Somocistas.(NI), Duvalieristas.(HT), Batisteros.(CU), Gomecistas.(VE), Pinochetistas.(CL), Stroessneristas.(PY), Fujimoristas.(PE), Peronistas.(AR), entre otros. Calificados de nacionalistas, chovinistas, populistas y autoritarios, llegaron al poder por la vía democrática electoral o por la fuerza de un golpe militar. Algunos de ellos, aún hoy se mantienen en el imaginario colectivo de los pueblos que añoran su presencia, para que les resuelva los males que los agobian.

El caso del Perón y el Peronismo, fue desastroso; cuando este movimiento político, terminó con la intimidación sangrienta y asesinatos de la Triple A que desembocaron directamente en las dictaduras militares de Argentina donde los militantes revolucionarios del Peronismo que no fueron asesinados o “desaparecidos”, debieron emigrar o pasar a la clandestinidad. El Peronismo del 83 controlado por los mismos burócratas y políticos burgueses se degradó al comprometerse por acción u omisión con las dictaduras militares, fueron favorables a la manipulación de la jerarquía eclesiástica más reaccionaria. Se intervienen sindicatos se encarcela a sus dirigentes más representativos, se tortura y asesina a activistas obreros y militantes para reducir al movimiento obrero a un sindicalismo burocrático y policiaco. Este peronismo entonces formó parte integral del sistema dependiente y terminó participando activamente en el aplastamiento de las corrientes revolucionarias que surgieron a partir de la resistencia a las dictaduras. Éstas notas sobre Perón y el peronismo, no las leí en ningún libro, las oí lenta y pausadamente de la boca de ese gran artista plástico argentino Ricardo Carpani, cuando vino a Caracas a exponer su Carpeta Carpani Tango, mientras con una sonrisa cómplice, nos entregaba su libro “Nacionalismo Burgués y Nacionalismo Revolucionario”.1

Si investigamos, sobre prácticas “ultranacionalistas”, la relectura de documentos históricos, nos ubicará en la “Topografía del Terror”2 pues su testimonio nos remite a los capítulos más denigrantes de la historia de la humanidad y naturalmente, a Adolfo Hitler, procedente de una familia pequeñoburguesa, quien en 1921 se convirtió en el presidente del Partido Obrero Alemán “Nacional Socialista”. Su doctrina ultranacionalista y racista del Nazismo cegó la vida a millones de seres humanos en su país de origen y sometió a sangre y fuego a las naciones europeas con su política nacionalsocialista de expansión.

Aún hoy existen naciones, países en Latinoamérica cuyos gobiernos celebran “200 años de Independencia”, levantan banderas nacionalistas, gigantografías con las palabras PATRIA, SOBERANÍA, INDEPENDENCIA, mientras mantienen y desarrollan conflictos fronterizos, para enmascarar sus crisis internas, donde la miseria, el desempleo, la corrupción, e ingobernabilidad nos revela su alta dependencia. Crean leyes como el Plan Patriota de Colombia a imagen y semejanza del “USA Patriot Act” en EEUU. A quien discrepe de sus políticas, o se rebela le arrancan la vida, la libertad o por lo menos le arrancan los documentos. Calificados ayer de comunistas, hoy terroristas, sin derechos humanos, permanecen, sin ser enjuiciados, en las cárceles del pensamiento único del Imperialismo o son condenados a vagar por el mundo como un paria .sin patria ni identidad. Los desplazados, exiliados y emigrantes forzados de Latinoamérica nos consolamos con el concepto de “La Patria Grande”, soñamos con “Unasur”, metáforas del internacionalismo e integración, no obstante que ellas, están aún en el campo utópico. Los proyectos y programas de integración de nuestros gobiernos, están blindados de un “empecinado nacionalismo”, donde en los acuerdos bilaterales no tienen cabida, los que viven fuera de sus países de origen, no son de aquí, ni de allá, a la hora de representar a algún país, están flotando en la diáspora.

Hasta hoy nunca hice pública mi experiencia como extranjero, en ésta mi querida residencia venezolana, en ocasiones es doloroso y difícil hablar de uno mismo, no obstante es importante hacerlo, para comprender, cuando determinadas prácticas sobre nacionalidad, como las que he vivido en Venezuela, pertenecen a la débil condición humana en sí, o ellas sirven para disfrazar una acción ultranacionalista de grupos políticos. Solo citaré cuatro de ellas, sin entrar en detalles: 1976 Fui secuestrado en un lugar público de Caracas por la DISIP3, privado de mi libertad y documentos de identidad, retenido e interrogado. 1977 Contratado como docente, por el estado venezolano para la EAVCR4, un día cualquiera en los muros del local aparecen grafitis contra mi persona, realizados por profesores y alumnos, se me calificaba de “comunista chileno” y que me fuera del país. Por otra parte, el director de la institución, el Maestro Claudio Cedeño, expresó en un informe: “Lo realmente preocupante de los letreros (grafitis) es la muestra de xenofobia manifestada contra un colega, legalmente nombrado, negando la tradicional hospitalidad de los venezolanos y la universalidad del espíritu del Libertador Simón Bolívar.”, “Por elemental delicadeza, ofrecemos nuestras disculpas al profesor Aníbal Ortizpozo. 1982 Cuando cumplía siete años de labor docente, para el Estado venezolano, un ministro de educación, dirigente sindical de Copei de apellido Montilla, decidió literalmente “botarme” del trabajo, el caso, llega a la Corte Suprema en lo Contencioso Administrativo, según el ministro y su departamento jurídico, un extranjero, no podía ejercer la docencia, porque era un derecho político exclusivo de los venezolanos. La Corte Suprema, dijo no y falló a mi favor, después de dos años, sentando jurisprudencia. Naturalmente conté con la solidaridad de talentosos juristas venezolanos. 1994 ACNUR /Venezuela decidió darme la condición de Refugiado Político, ofreciéndome protección, a la que por ahora, no he tenido necesidad de recurrir. 2005 La Galería de Arte Nacional del MPPPC, publica el Diccionario Biográfico de los Artistas Plásticos, ante la sorpresa de todos los que conocen mi obra y trayectoria en Venezuela, se me excluye, intentando borrar, mi obra artística de más de 30 años en el país.5 Quienes lean esta información, pueden sacar sus propias conclusiones y establecer, si estas prácticas tienen relación con alguna forma de nacionalismo o no.

Crítica a “doble nacionalidad” prácticas en Venezuela: Está en la memoria de los extranjeros nacionalizados la argumentación que hiciera Luis Britto contra la existencia constitucional de ciudadanos con doble nacionalidad. Los detonantes, un mediocre programa de televisión y la nota de Luis Britto publicada en Aporrea titulada “Por qué se insulta al venezolano”, donde entre otras cosas escribe: “Como venezolano que he sido, soy y seguiré siendo, me resisto a que un extranjero me legisle, me administre, me sentencie, me represente o decida sobre mi destino y el de mi República etc.… “Amo y respeto a todos los extranjeros, pero opino que deben ejercer el poder político en sus propios países”… “Venezuela merece tener un gobierno de los venezolanos, por los venezolanos y para los venezolanos”6. Las críticas y justificaciones no se hicieron esperar, publicadas en Aporrea, calificando el texto de Britto de “exabrupto por indignación” o “mal interpretación”, porque él supuestamente, sólo se refería a la dimensión jurídica constitucional, al marco jurídico de la doble nacionalidad...Para algunos opinantes de profesión la ofuscación le sacó lo más controversial de su nacionalismo. Entre las críticas de compañeros que apoyan el proceso revolucionario bolivariano, se encuentran entre otras: “Es el tipo de error en que se incurre cuando la pasión invade el reino del derecho y el terreno de las leyes. Nada justifica apropiarse o valerse de los propios argumentos del fascismo, de la derecha xenófoba, ni siquiera actuando en defensa propia...”expresó Xavier Padilla.7
Por su parte María Linares expresó: Insisto la lucha no es contra el extranjero, la lucha es contra el capitalismo, donde este último perviva. No se debe perder, pues, la verdadera base de los acontecimientos: la lucha de clases. Por consiguiente, la tarea de todo socialista, consiste en borrar las fronteras para lograr la unidad de todos los revolucionarios del mundo y, así, derrotar el imperialismo. Encumbrar lo nacional es un engaño burgués (y a menudo de fuerzas retrógradas); nuestro deber-ser, esto es, nuestra necesidad fundamental, la internacional socialista.8 Personalmente, creo que Luis Britto -a quien estimo y comparto su lucha antiimperialista- en cuanto humano, se equivocó como cualquiera de nosotros, y debe una explicación pública a quienes ofendió con la presunción generalizada de deslealtad a la patria venezolana de cientos de miles de extranjeros nacionalizados, cuyo número es imposible determinar, porque la estadística no los discrimina, para ella sólo son venezolanos.

Cuando se me pregunta por qué, en tanto tiempo de residencia, no me nacionalizado venezolano, respondo que tener una nacionalidad es inevitable, pero tener dos o más, ¿quién lo soporta?, solo Macelline, mi amiga brasileña, que tenía tres nacionalidades, con sus respectivos pasaportes y visados, la nacionalidad venezolana donde vivían sus hijos pequeños, la brasileña, donde había nacido, y francesa donde vivía su madre; su residencia los aviones, y aeropuertos.

Lo nacional y el nacionalismo han estado y estarán presente en nuestras vidas ciudadanas, como un ideal por alcanzar con sus respectivos matices conflictivos, cuando divide nuestros pueblos, establece fronteras, crea muros contra la naturaleza humana, dificulta la unidad e integración entre nuestras naciones, entorpece nuestra emancipación, genera mitos patrióticos nacionalistas que sólo ha servido para legitimar en el poder a las oligarquías más despreciables y espoliadoras. Es también entre otras cosas, el caldo de cultivo de la ideología política del ultranacionalismo, que más que ideología parece una religión dormida en el interior de los humanos como un monstruo, que se despierta con las guerras civiles y fronterizas de nuestras naciones, alimentándose de la sangre de pueblos hermanos.

En síntesis, la defensa de la nación, es un acto necesario, legítimo, debemos defender nuestra patria de la injerencia y agresiones externas, sin ser nacionalistas, ni patrioteros. No estar haciendo gala de una independencia, que aún no hemos alcanzado, porque dependemos en lo económico, tecnológico y cultural de las naciones más poderosas. Participar en la lucha por nuestra soberanía, comprendiendo que toda lucha de liberación nacional, es un punto vital en todo programa de transición al socialismo en nuestros pueblos.

Notas
1 Ricardo Carpani “Nacionalismo Burgués y Nacionalismo Revolucionario”, Contrapunto. Argentina.
2. Topografía del Terror (Topographie des Terrors), Berlín, Alemania. Niederkirchnerstraße 8 10963 Berlín.
3. DISIP: Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención. Venezuela.
4. EAVCR: Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas de Caracas, Venezuela.
5. Aníbal Ortizpozo, “Borrón Histórico; creadores, espacios y obras del arte venezolano I”. Debatecultural.org.
6. Luis Britto “Por qué se insulta a los venezolanos” Aporrea.org.
7. Xavier Padilla, “Luis Britto García y el problema de la doble nacionalidad” Aporrea.org.
8. María Linares, “Encumbrar lo nacional es un engaño burgués” Aporrea.org.

1 sept 2011

SOCIAL/SOCIALISMO: PALABRAS BANALIZADAS

Aníbal Ortizpozo
“La ignorancia no es una herramienta
de la revolución” Trostsky

En la confrontación política contemporánea hay palabras, términos, voces, que han perdido sentido a fuerza de su repetición incesante en discursos y consignas, pero fundamentalmente al ser empleadas sin discernimiento alguno.
La comprensión de la palabra se hace efectiva, sólo si logramos descodificar su significado, aún cuando esté presente en discursos académicos o en inocentes conversaciones coloquiales, pues ella, la palabra, tiende descomponerse vulgarizándose y/o banalizándose, para diluirse como un garabato en el viento.

Las palabras social/socialista están presentes en el imaginario colectivo de nuestros pueblos y sus luchas de resistencia a las sociedades capitalistas, de la mano de Marx, quien afirmó “el ser social determina la conciencia social”.(1)
Imperdibles en discursos políticos, proyectos de desarrollo, programas sociales, textos, artículos en los medios de comunicación masiva, consignas de la izquierda reformista y sin ninguna sorpresa se las puede tropezar hasta en el discurso político opositor de clase media consolidada y su “falsa conciencia social.”

El socialismo y sus desafíos recientes en Suramérica son motivos de especial interés para los que lo conciben como necesario e inevitable para su sobrevivencia y de la humanidad. Infinitas son las ideas que se plantean intelectuales y políticos en torno al “socialismo” como pensamiento, como proyecto o como ideal de la razón práctica. Por ello, imprescindible es, en la formación política, de los jóvenes dirigentes, hacer observaciones e investigaciones sobre los términos social, socialista y socialismo y cómo en estos últimos cien y más años de uso ambiguo y superficial, en los intentos, de transición y construcción del socialismo — en ciertas regiones de la tierra — se transformaron en letra muerta, esqueletos vaciados, de lo que representaban ser.

La realidad es que, la banalización de las palabras social/socialista/socialismo, en su uso y abuso, supera en imaginación la creación literaria de la comedia satírica y humorística del teatro universal. Se encuentra públicamente expresada en todos los países y en los lugares más inesperados como el “pecado social” en el Vaticano; el “Día de la higiene social” en Argentina; “perfume socialista” en Cataluña; “Café Socialista” en New York; “Menú socialista” en España; “Arepera socialista” y “Ferias socialistas de la carne, del pescado o del juguete” en Venezuela donde no es difícil encontrar grandes vallas que demarcan una zonas geográficas, con la frase “Territorio socialista”; en Chile, el “bebedor social” (disfraz de un alcohólico) es parte de la decoración del “Casino y Club Social”; la sabrosa “parrilla socialista” y hasta un Monumento Bicentenario, construido con una “exactitud socialista(2) lo tiene Caracas. En fin, uno no termina nunca de sorprenderse, en la “lectura social” de los conversatorios en las Ferias del Libro de Venezuela, es donde podemos escuchar sobre la hipótesis, de por qué Cristo, El Quijote y Bolívar, habrían sido socialistas. (Ver Anexo 1 y 2)

Por mi parte me sumo críticamente al uso de los términos “social /socialista /socialismo”, como promesa rota; cada uno de nosotros con un mínimo de sentido común, puede comparar lo que han significado estos términos como esperanza de cambio, en el imaginario colectivo de nuestros pueblos y por qué hoy es necesario desenmascarar su alienación y manipulación banal. Por eso en ocasiones afirmo que la conciencia social, yace en el silencio de una sociedad de cómplices. / La propiedad social de los medios de producción, se ha considerado un invento de subversivos. / La denuncia social se ahoga en la burocracia del poder. / La economía social de mercado, es una trampa de los empresarios. / En el comedor social se come “fast food”. / El ser social no determina la conciencia ética, ni una imaginación política. (3) / El compromiso social de los artistas es una entelequia. / La pastoral social es puro proselitismo religioso. / La justicia social ¿Dónde, cuándo? / La historia social, no se ha escrito ni publicado.

La mayoría de los partidos políticos históricos y contemporáneos de Europa y América han incluido al menos en su nombre, la palabra “social” o “socialista”, las encontramos en: Partido Social Revolucionario Ruso (PSR); Partido Nacionalsocialista (Hitler); Partido Socialdemócrata Alemán; Partido Social Conservador; Partido Social Francés; Partido Socialista obrero Español; Partido Socialista Unificat de Cataluña, Partido Socialista Argentino; Partido Socialista Reformista Uruguayo; Partido Social Cristiano (o Democracia Cristiana); Partido Socialista Chileno (de la UP de Allende); Movimiento al Socialismo MAS (Bolivia y Venezuela); Socialismo Democrático (MEP Venezuela). Partido Socialista Peruano (Socialista Indoamericano de Mariátegui); Cristianos por el Socialismo; Liga Socialista (Venezuela); Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV Venezuela), quienes para distanciarse del llamado Socialismo Real  — es difícil hablar de un “socialismo irreal” o de una sociedad socialista no realmente existente —  crea las banderas de un Socialismo del Siglo XXI, y habla de Socialismo Democrático.

Los que tenemos abiertamente otro concepto del Socialismo, estamos en una situación igualmente difícil: tener que diferenciarnos de los que ocuparon el término “socialismo” sin cumplir con sus postulados básicos, y de los que han inventado lo del “socialismo democrático” — un pleonasmo también defensivo — aceptando equivocadamente que pueda haber socialismo sin democracia.

Serias afirmaciones de politólogos e historiadores sostienen que efectivamente, dichos partidos, me refiero a los que se autodefinen como socialistas, en sus bases ideológicas constitutivas, no hay contradicciones con los principios del socialismo histórico heredado de Carlos Marx. Las divisiones y tendencias surgen posteriormente, de las distintas interpretaciones, enfoques y adhesiones que se han hecho a partir de lo escrito por Marx y Engels, entre otros: Lenin, Stalin, Kautsky, Bakunin, Plejanov, Bujarin, Trotsky, Anderson, Mandel, Reed, Gramsci, Adorno, Horkheimer, Luckács, Mariátegui, Sartre, Camus, Guevara(4), Allende, Ludovico Silva, Mészaros, Rosa Luxemburgo lúcida discípula de Marx de quien se popularizó la consigna “socialismo o barbarie”.

De las múltiples interpretaciones del socialismo histórico, surgieron partidos autodenomi-nados “socialcristianos”, “socialdemócratas” de “centroizquierda”, pero que en la práctica pendular y acomodaticia de su acción política se ubicaron más a la derecha capitalista, mientras se decían de izquierda.
A propósito, del término “izquierda”, es oportuno recordar a José Saramago, miembro del Partido Comunista portugués, Premio Nobel de Literatura, quien en Junio del 2007, expresó: “los partidos de izquierda, cuando dicen que 'se acercan al centro', en realidad 'lo que hacen es acercarse a la derecha'. 'Ya no hay gobiernos socialistas, aunque se llamen así los partidos que están en el poder', dijo el escritor, para aludir a países como Italia y Portugal y precisar a renglón seguido que, con sus palabras, no se refería a España, donde el Gobierno socialista 'compensa la política neoliberal, de la que no puede escapar, con importantes leyes de tipo social'.
'No tenemos leyes de izquierda', aseguró Saramago, y agregó, 'antes', les gustaba 'mucho decir que la derecha era estúpida'. 'Pues yo tengo que decir que, hoy, no conozco nada más estúpido que la izquierda'. En una época en la que 'todo se puede rebatir', nadie cuestiona la democracia, aunque todos sabemos que vivimos bajo una plutocracia: son los ricos los que gobiernan”.(5)

Al respecto confieso que en los muchos años de nuestras lecturas de formación política seria, nos sobrepasó la profusa existencia de manuales propagandistas dogmáticos de los partidos, cuyos dirigentes de ese tiempo nos impusieron. Era más fácil canonizar a Marx, porque ella, la canonización, les sirvió justamente para evitar la confrontación con las exigencias del pensamiento verdadero de Marx, que no tiene mucho que ver con formas de ideologías petrificadas, sino aquellas vigentes e importantes a través de la reflexión y de la crítica de lo que hay y de sí mismo(6). “Es importante — escribió Ludovico Silva — dar una dura batalla teórica para que, en el marxismo contemporáneo triunfe el pensamiento de Marx, y para que podamos, así, superar a Marx realizándolo, inventando los conceptos y categorías que él hubiese inventado si viviese en nuestro siglo”.
Por ello celebré lo pertinente y extraordinario del libro “En busca del socialismo perdido” de Ludovico Silva cuya primera edición de la Editorial Pomaire de Caracas, en 1991 Venezuela, tuve la suerte de producir y diseñar su portada.(7)

Por los vientos de cambio que soplan en nuestra Suramérica, es evidente, urgente y necesario, fortalecer en lo ideológico, el desarrollo del pensamiento crítico y la educación política de nuestros pueblos, en especial los jóvenes y la clase obrera. Reanimar la lectura y el cuestionamiento de uso, de los términos banalizados, presentes en el discurso político tradicional, para lograr su resignificación y sentido, para que ellas, las palabras, desde la teoría política, orienten nuestro quehacer revolucionario y así, se abran no sólo las anchas alamedas, de las que nos habló el compañero Allende,(8) sino nuestras mentes para hacerlas en la práctica política, proclives al cambio verdadero, establecer un mundo de paz y equidad con justicia.

Caracas, septiembre 2011


ANEXO 1
Más de cien usos de la palabra “social”


acción social · actividad social · activista social · adaptación social · antisocial · antropología social · ascenso social · asistente social · asunto social · base social · bienestar social · brillo social · buscador social · cálculo social · calma social · cambio social · canal social · capital social · cientista social · clase social · club social · comedor social · comportamiento social · compromiso social · conciencia social · conflicto social · condición social · conquista social · consejo social · contenido social · contexto social · contrato social · costo social · crisis social · crítica social · cuerpo social · cuota social · debate socialista · demanda social · denuncia social · descomposición social · diálogo social · domicilio social · economía social · efervescencia social · emancipación social · empresa social · enfermedad social · entramado social · etiqueta social · escala social · estallido social · estilo social · estructura social · estudio social · fuerza social · función social · gasto social · homilía social · humanismo social · imaginario social · insecto social · intervención social · investigación social · justicia social · labor social · lazo social · lucha social · masa social · medio social · misión social · movimiento social ·
obra social · orden social · orientadora social · origen social · pacto social · participación social · pastoral social ·
paz social · peligrosidad social · persona social · poeta social · presión social · prestación social · posición social · proceso social · promotor social · propiedad social · protagonismo social · protección social · protesta social · razón social · red social · reivindicación social · relevancia social · responsabilidad social · reto social · retribución social · revolución social · roce social · salario social · sede social · seguro social · sensibilidad social ·
ser social · situación social · social cristiano · social demócrata · tacto social · tejido social ·
tendencia social · trabajador social · tragedia social · transporte social · trato social · uso social · vida social · vivienda social · vocero social


ANEXO 2
Dos fotografías sobre productos “socialistas”.


 
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
Lecturas y re-lecturas

1. Marx Karl. Prólogo de la Contribución a la Crítica de la Economía Política.1859
2. Aporrea.org (Video) Presidente Chávez develó Monumento Bicentenario, Youtube,2010
3. Ortizpozo Aníbal. Conciencia Ética e Imaginación Política. Ensayo. Revista Cuestiones
    de América N° 15 Argentina.2003 Múltiples Publicaciones Digitales e impresas
4. Guevara Ernesto. El Socialismo y el Hombre. Edit. Corma. Chile 1968
5. Saramago José. Ciclo Lecciones y Maestros Universidad Internacional Menéndez Pelayo. España 2007
6. Silva Ludovico. Panorama de la alienación en Marx .Nueva Sociedad N°55.1981
7. Silva Ludovico. En busca del Socialismo Perdido. Pomaire-Fuentes. Venezuela 1991
8. Ortizpozo Aníbal. Salvador Allende. CIEN AÑOS, TODOS LOS SUEÑOS. Ministerio del
    Poder Popular para la Comunicación y la Información (MINCI), Venezuela.2008