30 may 2011

CONCIENCIA ETICA E IMAGINACION POLITICA

¿Qué pasa en Latinoamérica con nuestros intelectuales y artistas?

“Tener un alto sentido de la responsabilidad
no significa practicar la autocensura sistemáticamente.”
Roberto Matta Echauren


No me cansaré de abogar por la necesidad espiritual y política de un arte responsable con su ecosistema, su comunidad, con la vida toda, de este modo me sumo y suscribo a las reflexiones más lúcidas de pensadores y artistas que profusamente han tratado el tema.
La memoria política de intelectuales y artistas latinoamericanos de la generación del 60/70 y parte de los 80, revela cómo vivimos encendidos en la llama de una conciencia ética y cómo, cuando las llamadas “vanguardias artísticas” de ese entonces apartaron lo ético de sus revoluciones estéticas, se quedaron solo en lo cosmético de los cambios. Surgió entonces el tan debatido tema del “compromiso del artista” o lo que se llamó “un arte comprometido” en oposición al llamado “arte por el arte”, debate que contó con múltiples publicaciones, algunas no tan afortunadas por su carácter manualesco y lo reduccionista de la argumentación, que puso como ejemplos en los extremos del debate a Jorge Luis Borges por un lado y Pablo Neruda por el otro, naturalmente respaldados por los partidos de la derecha y la izquierda tradicional del cono sur.

Siempre pensé que reflexionar sobre este tema era fácil, pero la experiencia me indica que éstas ideas tienen un entramado y minado camino que despejar.
Los creadores en ocasiones nos ponemos “cataplasmas” superpuestas sobre nuestra percepción. A la sombra del poder no logramos decodificar los mensajes, las revelaciones de nuestro tiempo, coleccionamos sueños sin darnos cuenta cuando ellos ya están rotos.

Los artistas hemos sido incapaces de ver cuánto daño nos hace el ser convidados de piedra en las mansiones de los dueños de las ciudades y de las naciones, nos aturdimos con hologramas, espejismos y escapismos de las palabras en el doble discurso de la crítica promocional-comercial.

Fui parte de una generación de artistas pensantes que marchábamos al grito de “el pueblo unido jamás será vencido”, vi como muchos de ellos progresaban y se hacían exitosos al amparo de un izquierdismo solidario y dependiente del hoy desmantelado hermano mayor, la Unión Soviética. Hoy vemos a la mayoría de ellos, como tristes “burros televisivos” , avanzaron desde un izquierdismo sin convicciones a una derecha capitalista salvaje, sin sacrificar al menos en público, su credibilidad.

Creo que en esos años los artistas teníamos esas conciencias políticas públicas escribiendo, pintando, cantando, marchando contra las guerras imperialistas en Vietnam, Cuba, o contra la represión neo-colonial , a favor de la paz, derechos humanos, y en contra la represión ,torturas, persecución de emigrantes, minorías étnicas, etc. Hoy los encontramos, lavándose las manos, blanqueándose en la acción encubierta del “gatopardismo” y por otro lado, conformes con la intervención armada en Irak, avalando futuras acciones en Siria o Corea del Norte y por que no, en Latinoamérica, son los mismos que aplaudieron por supuesto, los misiles a Afganistán y Libia. Para muchos de ellos la Cuba que defendían hoy está en Miami y el Plan Colombia les parece magnífico.

A ellos, siempre que puedo, les pregunto ¿cuáles han sido los cambios y logros que hacia una independencia económica y calidad de vida que desde los años 60 han ocurrido? ¿Que se entiende por progreso? ¿Qué es lo postmoderno, en nuestros pueblos pobres de Latinoamérica?. Pueblos que no les ha llegado ni un pedacito de la modernidad, donde la implosión de las estructuras sociales se han agravado con la inflación, la niñez abandonada , el Sida, la destrucción de los recursos naturales y donde morir a manos de la delincuencia o paramilitares es el reality show entretenido de los medios de comunicación.
Imágenes reales (y no realidad virtual), crueles , obvias, allí están y ninguna manipulación “inteligentemente” programada por las tiranías de los dueños de los medios de comunicación, puede cambiarla ,somos el sur y hemos aprendido de nuestras propias limitaciones.

TREN AL SUR

Nuestro sur planetario está conformado por países del mundo periférico comparado con los países ricos del norte, en este sur, es al que pertenecemos la mayoría de la humanidad que vive y muere también mayoritariamente.
Este es el sector de la humanidad llamado también emergente o en vías de desarrollo, es donde el arte y la política siempre solían ir de la mano. Una de las razones residía en la lucha por la dignidad contra el reparto injusto que el poder, se entreteje con la resistencia cultural. No se reconoce que en nuestras necesidades existenciales básicas están presentes nuevos valores propios que reemplacen la identidad ahogada por el norte.

Las dificultades empiezan cuando imaginamos alternativas y vemos cómo los problemas se deben más a nuestras debilidades, que la fuerza de nuestros explotadores. Cuando advertimos que ciertos artistas y dirigentes culturales han engordado gracias a su actitud de protesta y ya nada los diferencia a sus equivalentes del norte, convirtiéndose en políticos astutos y demagogos .
Por ello, muchos de nosotros sentimos que no estamos en ninguna parte, sobretodo cuando no se puede seguir apoyando ya acríticamente en nombre de la unidad , sobre todo cuando esa unidad contra el enemigo es una estratagema para establecer una nueva hegemonía, el de la mediocridad.

He sido testigo vivo, de cómo el mal olor de la politiquería sucia, disipó la fragancia de los cambios revolucionarios que impulsamos, ahora bien, no se trata de renunciar a los sueños , sino de resistir, con la esperanza de profundizarlos, contraatacando desde la periferia al poder omnipotente del norte y sus “yanaconas” nacionales. La condición es de no blanquear nuestras memorias, romper los silencios cómplices. No autocensurarse en nombre de cualquier razón acomodaticia.
También están los que saben, pero no hablan por la culpa de un falso sentimiento de solidaridad. Y los que nunca han realizado una obra o lo han hecho ocasionalmente y ahora controlan la burocracia de los trabajadores de la cultura, cuidando en primer lugar no perder su cargo, su ínfima cuota de poder.
¿Cuál es mi posición? ¿Qué he aprendido? ¿Cuál es mi política? Creo que es mejor estar escribiendo o pintando que dejar que el evangelio televisivo de la estupidez le chupe a uno el cerebro.
Escribir o pintar puede ser una mentira para algunos, pero es una mentira pequeñita en relación a la gran mentira de la politiquería barata. Peligrosa sobre todo cuando sólo apunta a políticas culturales que privilegian solo lo popular-nacional-generacional, bajo el paraguas del poder económico globalizador.

PODER

También en el campo del arte y la cultura póngase a un intelectual en la posición de poder y abusará de él, como cualquier hijo de vecino, sobran los ejemplos, al más puro estilo del ciudadano Kane y que todos hemos conocido.
El compromiso del artista con la ética no es cuestión de elección es parte de un ritmo que está en la respiración, porque forma parte de la creación. El buen arte y la literatura seguirán siendo políticos porque encarnan esa lucha incesante con la parte “resistencia” de nuestras conciencias y se expresa en esos códigos compartidos, por eso el arte es social.

Los lenguajes,(también los artísticos),son la memoria del poder reseñados en toda historia oficial y la memoria es el poder del dolor de nuestros pueblos empobrecidos.
El arte y la literatura que se proponga transformar la conciencia debe ocuparse de buscar los márgenes, orillarse, estirar los límites, por el contrario, la política recorre la línea recta al centro del poder que va del compromiso al contubernio y a la corrupción.
La naturaleza del hombre es bestial sangre por petróleo, parece ser el lema y la acción actual de una “democracia” como la norteamericana, que con un poder militar inmenso, mentiras y fuerza genocida, impone un nuevo orden económico mundial , pero la lucha por la decencia debe continuar, por nuestros sueños de liberación y los conflictos que ellos generen sabiendo que ningún logro es permanente, y que si permanecen como meta llegan a desvirtuarse. La vida de los creadores, consiste en caminar ausencias que provoquen metas actividades, por eso elaborar un relato ,pintar un cuadro ,es activar un sueño.

Siempre es necesario interrogarse frente a un espejo para perseguir, más bien para combatir el lado oscuro de la creatividad y sus tiranos interiores: la hipocresía , el miedo, los intereses creados, la falsa autocrítica, las ideas convencionales y esquemáticas, todas ellas forman parte de ese muro invisible que es necesario derribar para emprender la verdadera lucha por la libertad creadora.

Frente a la posibilidad de cambios profundos, también llamados revolucionarios ,no se trata solo de estar con ellos, sino ser revolucionario y ser revolucionario implica naturalmente ser libre o estar en la lucha por serlo. Poder subvertir la hegemonía, desmontar el imparable proceso de acumulación de capitales, sacudirse, luchar por la revolución y en contra de la politiquería demagógica.

Estética , ética y revolución son inseparables y nos abren los espacios para nuestra capacidad de soñar y crear utopías. Así como toda revolución es una empresa colectiva en el plano social , también es un proceso que debe verificarse en el interior de cada individuo.

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Con mi deuda de gratitud a:

Breyten Breytenbach, poeta y pintor sudafricano ,”Es importante asumir la responsabilidad del relato. La imaginación es política”

Roberto Matta Echauren, pintor y pensador chileno,” El arte es el deseo de lo que no existe y, a la vez el instrumento para realizar este deseo”

Rubén Albes, Profesor universitario brasileño,”..solamente cuando el pueblo sueña, asume la condición de sujeto de la historia.”

CARTA ABIERTA A LOS ARTISTAS, DOCENTES Y ESTUDIANTES

Artes Visuales: obras, hombres y la educación artística.
Prof. Aníbal Ortizpozo




De las incomodidades de ser humano y trabajador del arte y la cultura, la de mayor impacto fue cuando tuve claridad y conciencia que mi actividad profesional necesitaba, descontando la imaginación creadora y sensibilidad, de fuertes recursos económicos, habilidad de un diplomático para relacionarse, venderse y sobre todo, que se trataba de un trabajo donde la mayor parte de la producción, desgraciadamente, está destinada a una élite "culta" y adinerada, quien la compra y absorbe hasta hacerla desaparecer. En efecto, en esta sociedad vieja e injusta, el pueblo en su mayoría en situación de miseria crítica está imposibilitado, marginado del disfrute de toda obra de arte, aunque éste sea un derecho humano.

Es en éste sector laboral artístico, llamado equívocamente "no productivo", donde nuestra cotidianidad transcurre desde todos los tiempos del arte, en relación de dependencia económica, tanto del poder político del estado como del poder económico de las empresas privadas.
Por ello, resulta altamente necesario tener conciencia de las acrobacias que hace el ser humano por el poder y las peripecias por sostenerse en él, cueste lo que cueste. Cuanta más claridad haya al respecto, más conciencia y a más conciencia menores son las posibilidades de que surjan artistas dóciles, serviles y mendicantes del mecenazgo del poder económico.

Como parte del mismo problema, desde todos los tiempos del arte, su valoración ha estado centrada exclusivamente en el objeto artístico, limitando la mirada sobre las obras, sólo a ellas mismas, cosificándolas. Hay una minoría de investigadores que se han sumado a la idea de ampliar y sensibilizar la mirada más allá del objeto artístico congelado y sacralizado en un museo o sala privada. Una suerte de ceguera colectiva impide ver las huellas grabadas y lo impregnada que toda obra está del hecho cultural, social y de su ecosistema de donde proviene y sobre todo del hombre creador que la ha realizado. Como lo dice una antigua canción infantil "...una miguita de pan, cuánto trabajo encierra, desde que siembran la tierra, hasta que llega a tu hogar..."

Los eventos artísticos ya sean regionales, nacionales o internacionales, aceleran una competencia insana, todos contra todos, desaparece la confrontación real y se desarma la organización de la producción cultural y artística, propia de cada sector paralizándola. Aparecen las figuras del enfrentamiento entre grupos de poder, minorías que manejan el circuito por donde circulan el arte y la cultura. También la postergación, rechazo y exclusión de artistas que no se suman. En la programación de eventos artísticos, la discrecionalidad y falta de humildad de los organizadores (burócratas y curadores) es proverbial, generalmente las selecciones de artistas obedecen a criterios economicistas acentuados por el amiguismo y el dogma de tendencias de moda en el mercado. Las exposiciones colectivas con temáticas forzadas desconocen por falta de investigación y actualización de la información a artistas de trayectoria o ignoran las más recientes producciones que cada creador sostiene en su taller, prefieren o recurren a la fabricación de uno que otro artista joven, dócil en las manos de un crítico o curador.

"El arte es el uso de la igualdad" me dijo Dámaso Ogaz, sin embargo falta mucho para ello, aún no se ha aprendido a convivir con la diversidad ni fortalecer la existencia de múltiples movimientos y lenguajes artísticos. Pasará mucho tiempo antes que los responsables de la programación artística y cultural puedan asumir posiciones justas frente a lo heterogéneo, lo diverso, lo plural. Muchos eventos se realizan bajo la bandera de la "libertad creadora" pero sólo para demostrar que en esta sociedad no existe tal libertad, pues el dogma de la tendencia artística de moda, de fácil comercialización, y la aspiración de pertenecer a una "vanguardia planetaria" han encontrado un excelente caldo de cultivo en el marketing del poder económico. Los eventos artísticos devienen en reuniones sociales donde se da cita sólo la "gente linda" y "snob", y uno que otro artista extraviado.

La experiencia vivida, los valores vividos y una sana inconformidad, nos permiten afirmar que la situación de crisis por la que atraviesa el arte y la cultura no tiene responsabilidad exclusiva en las instituciones culturales y artísticas del estado. Hay una mayoría de artistas que confunden globalización, internacionalización y libertad creadora con la "asimilación formal" de lenguajes y "refritos de moda" producidos en la vanguardia comercial internacional que tiene como los primeros engranajes de la gran rueda macroeconómica a las ferias y subastas internacionales de arte. En este sentido, en Latinoamérica se ha acentuado, en estas tres o más décadas, la asimilación de "recetas" artísticas de moda en el "jet set" artístico internacional. Sólo unos pocos rebeldes se han escapado de esta alienación globalizada para la creación artístico-plástica.

Contribuye a ésta situación, como es sabido, la manipulación de los jóvenes estudiantes de arte (discípulos) por sus "maestros" artistas. Existe una suerte de desprecio por la modalidad de escuelas de arte del país y la ausencia de una educación artística seria, sensible y responsable para la niñez y adolescencia en el sistema nacional de educación. Aunque sabemos hasta la saciedad, que es en la educación artística donde se puede desarrollar la imaginación y la inteligencia sensible, capaz de revolucionar el interior de cada individuo haciéndolo proclive al cambio. Preparado para transformar su entorno, haciendo uso de la libertad creadora común a toda profesión y forma de vida.

Las confusiones permanentes y acentuadas desigualdades de que son objeto los creadores, no sólo generan descreimiento en ellos sino también un terreno abonado para el miedo, la hipocresía, los prejuicios, los intereses creados, la falsa autocrítica, las ideas convencionales y esquemáticas, todos ellos enemigos y "tiranos internos" que todos los creadores tenemos que combatir para entregar a las generaciones de relevo, jóvenes generaciones artísticas, caminos hacia la conquista de la "libertad creadora" como uno de los recursos válidos que le queda a la humanidad.

Por lo anteriormente expresado, siempre he creído y he practicado la hermosa idea de que artistas consagrados abandonen su burbuja y alter ego y dediquen parte de su tiempo en la formación de niños y jóvenes; lamentablemente, muy pocos acceden a la propuesta. Recuerdo una frase del Che: "...las probabilidades de que surjan artistas excepcionales serán tanto mayores, cuanto más se haya ensanchando el campo de la cultura y las posibilidades de expresión."

Como un acto de resistencia espiritual, siempre me estoy preguntando si todo este estado de cosas en el panorama cultural, es modificable. A veces tengo la sensación de que es imposible modificar las estructuras de las políticas culturales, los sistemas de valoración imperantes para la obra artística, los pensum para la formación de artistas y la inclusión de las actividades artísticas en la educación general. Pienso que es un problema de participación de los creadores serios en la toma de decisiones. Aunque sé que la participación es engañosa y requiere de un aprendizaje, hay personas que piensan que están participando y están decidiendo, a veces simplemente porque son invitados a un programa de radio o TV o por ser entrevistados por la prensa (para algún rating). Estos acercamientos al poder son excepcionales, se tiene la sensación de ser consultado, pero no se modifica nada, todo sigue igual que antes. Las decisiones sobre políticas culturales se toman en lugares no accesibles por estructuras organizacionales, no por las personas o actores del proceso cultural y artístico del país.

Si estuviéramos de acuerdo que este siglo que finaliza ha sido el más productivo en innovaciones políticas, tecnológicas, y artísticas, de nada habría servido todo ello, porque "todo ello" se absorbe e inutiliza en proyectos a corto plazo, consagrados a la especulación económica de la cual el arte y la cultura participa por igual.

Finalmente, y como un signo grave de nuestros tiempos, no sólo en la actividad cultural y artística, sino en todos los sectores de la productividad, los actores han sido inmovilizados por lo que podríamos llamar un proceso de "jibarización" de la acción conflictiva y del debate democrático.

CULTURAS EN LA GLOBALIZACIÓN

OPCIONES Y DESAFÍOS
Prof. Aníbal Ortizpozo



“Ojalá que llueva café en el campo…”
Juan Luis Guerra




Ante lo irreversible de la Globalización y los fracasos de los programas culturales en la integración regional de nuestros pueblos, parece urgente, avivar el debate sobre los factores que permitan establecer dentro de los acuerdos una “multiculturalidad democrática” donde la cultura, la política social y el bienestar de las mayorías no sean sólo “anexos desechables”.

Al parecer la “aldea global” de la que nos hablara J.Habermas, ya no es una mera abstracción. Hoy podemos observar y estudiar los fenómenos de integración regional e interregional que se están produciendo en las fronteras de nuestras naciones, fruto de convenios y acuerdos concretos como son, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Canadá y México; el MERCOSUR integrado por Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina; y la valiosa experiencia de la COMUNIDAD EUROPEA. Sólo el conocimiento y estudio de estas recientes experiencias nos dará una comprensión cabal del fenómeno de la Globalización.--

EXPERIENCIAS y experiencias. En la Latinoamérica de estas últimas décadas, son múltiples los intentos fallidos de integración cultural emprendidos entre otros por el Pacto Andino, Convenio Andrés Bello, CAF, SELA, UNESCO y el Acuerdo de Cartagena. Lo no resuelto por ellos fue al parecer, el cómo combinar rentabilidad económica con los intereses públicos socioculturales y políticos.
Un debate aparte merece el hecho de, cómo antes la integración en Latinoamérica se concebía como una unión para fortalecerse ante la metrópolis (EEUU), en la actualidad, la incorporación de México al TLC y los intentos de otros países por sumárseles (despreocupándose de los conflictos), las anteriores restricciones para la venida de capitales extranjeros son reemplazadas por la búsqueda de esas inversiones. La integración no es ya “frente” a ellos sino “con” ellos.

Para la comunidad latinoamericana es importante el estudio de los logros y frustraciones de la unificación de la COMUNIDAD EUROPEA, y considerar aquello que pueda servirle para la integración local, dado que, entre otras cosas, existe una larga trayectoria de las relaciones entre las Américas y de éstas con los países europeos. Además existe una historia de intercambio poblacional, económico, político, cultural y científico así como afinidades histórico-culturales.
En Europa el proceso de integración económica viene desarrollándose desde más de 40 años, su profundización lo convierte en un laboratorio de ensayo de mayor interés ya que se trata de una experiencia de articulación entre Globalización y regionalización más radical que el TLC y el MERCOSUR.
Para la Comunidad Europea la regulación de las relaciones interculturales está en el centro del debate, tanto como en los programas de integración global.—

CONFIGURACIONES CULTURALES – NUEVAS MIRADAS. Hay evidentes dificultades para definir lo culto de lo popular. Lo nacional y lo extranjero, que aparecen no como identidades, sino como escenarios. Las migraciones : identidades cambiantes de quienes vienen del campo a la ciudad o de un país a otro y que necesariamente tienen que cambiar su tradición cultural. Esta dinámica conflictiva es una de las causas de la obsolescencia frecuente de los bienes culturales.
Las reflexiones sobre Globalización y en especial de las llamadas “culturas populares” contienen un variado espectro de lagunas e interrogantes, que no siempre resultan fáciles de abordar, ya sea por la polivalencia de los términos o por la significación, que según propios intereses, les dan especialistas y científicos al ponerlos en escena.
En lo que se refiere a las llamadas “culturas populares” y específicamente a lo “popular” es donde hay más confusión que comprensión en uso de los términos y en la práctica de políticas culturales.
El dilema no sería definir o redenominar lo “popular” sino más bien situarlo en sus significaciones esenciales del tiempo en que vivimos.
La evidente crisis del término “popular” es entre otras cosas por su significación más antigua asociada a la resistencia al capitalismo y a las luchas por la justicia social. Hoy por ejemplo, no se habla de “clase popular”, se ha cambiado por “ciudadanía” y “sociedad civil” valorando con ello el sentido amplio de formas de organización que están más allá de lo partidista tradicional.
Sobre este último aspecto no es sólo el cambio del término, existe la opinión que estas nuevas formas de representación popular, son síntomas del advenimiento de una verdadera democracia representativa, y opiniones que cuestionan una redemocratización bajo las condiciones que permite desde el centro de su poder el capitalismo hegemónico. Hay quienes piensan que una de las soluciones sería buscar desde la “orilla” la forma de contrarrestar los significados producidos desde el “centro”. Por ello resulta adecuado y urgente profundizar la conceptualización de “lo popular”, así como la puesta en escena de nuestras culturas en el marco de la integración regional y Globalización.
Es necesario insistir en la crisis del concepto “cultura popular”. Los estudios la hacen oscilar entre la supuesta homogeneidad y pureza tradicional y la moderna fragmentación e hibridez que la caracterizaría en la actualidad. La “hibridez” de la cultura se estaría desarrollando por desplazamiento, yuxtaposición o la mera velocidad de su transmisión, produciendo de hecho nuevas configuraciones culturales. El dilema es cómo enfrentarse a la presencia de símbolos culturales globales y a los producidos infinitamente variados de hibridez que ni siquiera corresponden a las viejas representaciones de lo “nacional popular” o populismo, ni llegan a la transculturización en el sentido tradicional del término. Según Jean Franco, “…la cultura popular servía igualmente como indicador de subdesarrollo, era pre-alfabetismo, era tradición como opuesto a progreso, atraso como opuesto a modernidad…”

Para otros estudiosos lo que cambió en estas últimas décadas, no fue sólo la manera dual de entender la cultura, como superior o inferior, avant garde o tradicional, sino también los valores.
En el análisis de la hibridez podemos encontrar respuestas que van más allá de lo sólo cultural. Según García Canclini, “…estas respuestas surgirán cuando seamos capaces de observar la coexistencia entre culturas étnicas y nuevas tecnologías; formas de producción artesanal e industrial, o cómo las capas populares y la élite combinan formas de democracia modernas con formas arcaicas de poder; la transacción entre movimientos sociales y regímenes paternalistas o los poderes oblicuos de las instituciones liberales con hábitos autoritarios…”
Las más recientes observaciones de los entrecruzamientos interculturales se ven dificultados, entre otras cosas, por la desconfianza que genera una “Globalización impuesta”, el “libre comercio desigual” y “Post-cualquier cosa” en el discurso académico.
Las opciones y desafíos que los antropólogos, sociólogos, folklorólogos, investigadores del arte y la cultura y cientistas de la comunicación tienen, es volver a ver la entrecomillada “cultura popular” con instrumentos transdisciplinarios flexibles, esta mirada oblicua les permitirá encontrar respuestas que van más allá de sólo lo cultural y donde una sola disciplina científica resulta insuficiente.—

CULTURAS EN GLOBALIZACION O “Cómo vamos ahí , nosotros”. La Globalización nos sorprende a fines de siglo con múltiples acuerdos y convenios que están firmados entre naciones. En algunos casos los acuerdos van más allá de la reducción de aranceles para facilitar el intercambio de mercancías, también se incluye la libre circulación de personas, mensajes y la elaboración de programas educativos y comunicacionales.
El mapa de competencias económicas y culturales nacional, se modifica por los agrupamientos e intercambio entre naciones y regiones. Sobre el impacto de esta situación se ha estado hablando preferiblemente a nivel periodístico aunque también han habido polémicas con participación de algunos intelectuales, funcionarios públicos y empresarios.
“ Las políticas culturales de cada país y los intercambios –afirma Néstor García Canclini- se siguen trazando como si la Globalización económica y las innovaciones tecnológicas no estuvieran reorganizando las identidades, creencias, formas de pensar lo propio y los vínculos con los otros.”
Si nuestros países están en crisis por las “sin razones” conocidas, ¿por qué el arte y la cultura van a ser una excepción? La falta de recursos, el clientelismo político, la falta de continuidad en los programas y compromisos adquiridos por los gobiernos locales anteriores, el desconocimiento de las ordenanzas y un personal sin la capacitación adecuada, se suman a una falta de voluntad política, a pesar del consenso existente respecto de las medidas que se deben tomar para la elaboración de un planteamiento cónsono con la recomposición actual de nuestra cultura.
A pesar que el CONAC inscribe su estrategia en el ideal que preconiza la democracia cultural participativa , en los dispositivos de acción cultural, (diseminados en los diversos sectores de la administración central, estadal y municipal) se continúa el desarrollo de una política que privilegia la distribución y popularización de lo “culto”. Si la democratización de la cultura amplía el acceso a los “bienes culturales”, esta opción no cambia las formas de producción y consumo cultural ya que la apropiación de la cultura tienen su origen en las desigualdades socioeconómicas. Situación que no cambia con campañas publicitarias o abaratando el ingreso a los espectáculos, sino a través de programas sistemáticos que intervengan en las causas estructurales de la desigualdad económica y cultural.
Teatro, Danza, Música y Artes Visuales capitalizan la mayor parte de los recursos públicos y prevalece la idea que la creación artística es tan trascendente que está por encima de las condiciones socio-históricas, que enmarcan la producción de las obras mismas y donde la verdad absoluta es la universalidad del placer estético. El mecenazgo del Estado, aunque empobrecido, se ha reducido al fomento y protección de un tipo de creación elitista.--

PIEDRECITAS EN EL CAMINO. Se debe considerar que una verdadera democracia cultural tiene que ver además con el respeto a la pluralidad de culturas y entender que la cultura es el terreno donde se conforma la unidad simbólica del pueblo.
Los canales privados de entretenimiento e información monopolizan buena parte del tiempo libre de amplios sectores de la población, siendo la industria cultural de base comercial el principal vehículo de “mensajes culturales”. La empresa privada brinda de este modo apoyo material e institucional como parte de sus propios intereses y depende de la fuerza social y política de los grupos de elite consumidores de la “alta cultura”.

En el nivel nacional el CONAC es el responsable del desarrollo cultural artístico, el éxito o el fracaso de sus políticas de subsidio y becas, además de lo señalado anteriormente, ha dependido de los bajos presupuestos que afectan y distorsionan los circuitos deseables que mueven, exponen, reproducen y ofrecen aquella producción realizada por artistas, me refiero a museos, editoriales, sedes teatrales, y circuitos de cinematecas de arte y ensayo.
Insisto en que la igualdad debe ser un objetivo permanente de toda política cultural, ya que la marginalidad urbana se encuentra excluida, ahogando sus posibilidades de acción al que todo ciudadano tiene como derecho. Las tareas se deben encaminar a hacer cada vez más auténtica y consistente la participación de todos los ciudadanos (sin distinción) en la producción de la cultura. Se debe hacer posible que la actividad cultural sea por fin una práctica significante.
Además debemos ser cuidadosos con los espectáculos subsidiados o gratuitos cuando ellos requieren al participante más como espectador de una manifestación cultural que no les pertenece, que como actor de su propia cultura nacional o regional. Se debe comprender que los eventos culturales internacionales, nacionales o regionales son mayormente válidos, cuando su creación contiene nuevos signos para diferenciarse y preservarse.
Nada nuevo podemos decir de nuestras políticas culturales que no se haya dicho ya, lo sorprendente es la inmutabilidad de los responsables del sector cultura frente a los cambios que se requieren en su recomposición y planeamiento de políticas en la perspectiva global.—

INTERROGARSE INTERROGANTES. Ahora bien, de lo que entendemos que la Globalización requiere podemos preguntarnos y preguntar cuestiones que nos permitan abrir puertas al debate:
¿Se podrá en el futuro seguir diseñando políticas educativas, culturales y científicas con un alcance sólo limitado a las fronteras nacionales?
¿Cómo planear políticas adecuadas al carácter transnacional y qué cambios se requieren en la educación, investigación científica y tecnología con el fin de volver más competitivas a las naciones que entran en condiciones más débiles a estos acuerdos?
¿Qué transformaciones generarían estos procesos en las identidades nacionales, incluso conceptos de nación y soberanía?
¿Cómo cada nación podrá ejercer el control sobre su producción editorial, comunicaciones electrónicas, propiedad intelectual y turismo?
¿Qué se debe hacer para uniformar internacionalmente los criterios de acreditación, certificación y validación de estudios; intensificar intercambios culturales y regular las comunicaciones?
¿Podrá ser afectada la producción de grupos étnicos , pobladores urbanos y campesinos por “bienes y mensajes” (programas de radio y televisión) que se producen en un sistema transnacional desterritorializado?
¿La integración regional e interregional será de las sociedades o sólo de los empresarios?
¿Cómo harán nuestros pueblos para gobernar la Globalización?
¿Será posible a corto o largo plazo democratizar las tecnologías de punta como el INTERNET o supercarretera de la información, la Televisión satelital y los supermercados virtuales con sus correspondientes chequeras virtuales?

Las respuestas a éstas y muchas otras interrogantes que surjan, en sí mismas, son un gran desafío. Lamentablemente se carece de diagnósticos y estudios consistentes, evaluaciones de las políticas educativas, científicas y culturales globalizadas que nos permitan responder en forma fundada.

Finalmente, es necesario considerar que la Globalización e integración regional de las economías y culturas no se opone, ni debe oponerse al normal desarrollo de cada nación y que la cultura Global, no es, ni puede ser vista como sustitutiva de las culturas nacionales o regionales.
Los movimientos de integración supranacional adoptan formas concretas en los acuerdos de libre comercio, la concreción de dichos acuerdos renovarían la mirada y el interés por nuestras culturas y sus expresiones artísticas, a pesar de quienes sostienen que la Globalización sirve sólo para sostener el poder de los grandes bloques económicos del planeta.
Se trata de visualizar un futuro para nuestras culturas en el marco de acuerdos globalizados, estableciendo una legislación que permita su desarrollo y crecimiento sostenido, en otras palabras, hacer gobernable la Globalización.

LA PARTICIPACIÓN TODO UN APRENDIZAJE

Capítulo: eventos culturales artísticos plásticos
Prof. Aníbal Ortizpozo




“el verbo participar es un verbo plural
(yo participamos, tu participáis)”





El verbo participar necesita recorrer el camino, de la razón-interrogante para que como “quehacer del ser” alimente la conciencia social de nuestra vida en comunidad. Por ello resulta, refrescante, en tiempos de cambios, repensar el concepto y la acción de participar, además por estar incluida en una de las más esperanzadoras banderas ideológico-políticas, como lo es la llamada democracia participativa, superando así, por lo menos en el papel, a la tradicional democracia a secas o representativa. Aunque es justo decir que hay sociólogos y politólogos que no aceptan el apellido de participativa por encontrarlo redundante ya que democracia sin participación no existe y prefieren hablar de democracia plena.

Donde la participación encuentra un terreno minado y escabroso es en los eventos culturales y artísticos de un país, región o pueblo, especialmente cuando ellos son programados por instituciones que representan al poder hegemónico del Estado e impuestos como lo deseable, como lo ideal, lo adecuado.

Los programas culturales y artísticos elaborados por el Estado, si no han nacido de una necesidad sentida de las personas a quienes están dirigidos, auque sea el más espectacular show, todo indica que está destinado al fracaso. Se estrella con la vida misma y modo de pensar lo propio de las personas, su cotidianidad y lo que tiene sentido de pertenencia para ellos.

Con estas reflexiones, no estoy haciendo un llamado a la no participación o participación en determinadas acciones culturales o artísticas del Estado. Más bien requiero y propongo una participación consciente, responsable, alejada de intereses individuales inconfesables, tanto de los programadores oficiales, como de los participantes.

Se debe saber qué nos motiva a participar o no, cuáles son las consecuencias de ello y asumirlo responsablemente. La decisión de participar se debe tomar cuando las personas invitadas individualmente o convocadas masivamente estén exhaustivamente informadas.

Entonces debemos reconocer que toda participación es un aprendizaje, debemos saber primero quién o quiénes convocan, para qué se convoca, a quien está dirigida la convocatoria o invitación, los que la reciben pueden a su vez condicionar su participación o negarse, si comparten o no los objetivos divulgados, la ideología política o religiosa que subyace en ella, o por el contrario, si se garantizan el sentido de amplitud, pluralismo, tolerancia, búsqueda de consenso etc. Se debe saber en qué consiste esa participación, qué día, a qué hora, y cuánto durará, cómo se debe ir vestido y cuál es mi aporte o si sólo seré un número en la estadística de la asistencia. Y finalmente, si los motivos son tan urgentes o pueden esperar, si son verdaderos o son como el cuento de “viene el lobo”.

Todo esto es bastante elemental y se necesitaría sólo sentido común, sin embargo, los que ignoran lo que implica una participación, generalmente se hacen sus propias ideas equivocadas y prejuicios de lo que podría suceder en el evento o salir decepcionado por ignorar las bases o haber creído “a pie juntillas” en ellas, y darse cuenta después que no se cumple lo ofrecido. En este caso, es común sentirse un “pendejo participativo”, uno más de la masa manipulada desde los más obscuros intereses del poder convocador.

En los eventos de la política, elecciones por ejemplo, se sigue con las más decepcionantes y nocivas prácticas de participación, buscando el voto de esos ciudadanos anónimos, llamado “pueblo”. Aún hoy, se hacen encuestas para saber qué es lo que las personas quieren oír y en esa perspectiva se elaboran los discursos.
Las ofertas de los candidatos, en sus discursos, no corresponden a las necesidades más urgentes del pueblo, ni a sus opiniones, no han surgido de un debate donde ellos hayan participado. Todo se hace a dedo desde las cúpulas de los partidos políticos, quienes hacen vida social en las capitales de los países, al amparo del poder propagandístico de los gobiernos y del poder económico, mediático.

Entonces, ¿cuándo haremos realidad nuestra democracia participativa? ¿Qué hace falta para ello?… Yo digo, educación y más educación. Sabemos que es posible, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela nació de la más amplia participación de la base constituyente y fue ésta la práctica originaria y fundacional de la llamada democracia participativa. Los principios y herramientas para la participación que ella nos ofrece, la hacen si no única, excepcional: por ejemplo, los referéndums revocatorios, los presupuestos participativos y la contraloría social. Algunos de ellos podrían quedarse sólo en la letra, pues los ciudadanos, los compatriotas, los compañeros no conocen los aspectos legales, cómo, dónde y cuándo ejercer la contraloría social, tan necesaria en un Estado plagado de burocratismo y corrupción.
Es urgente, crear y fortalecer mediante talleres, foros, conferencias, seminarios, publicaciones en las organizaciones comunitarias y en los programas oficiales del Ministerio de Educación, una cultura de la participación.
Observe y analice su participación, en los foros. He asistido a múltiples foros desde aquellos donde intelectuales o especialistas en temas de la cultura, el arte o la ciencia leen sus ponencias entre ellos, ante unos asistentes inermes, hasta otros más” participativos” donde permiten opinar, debatir las intervenciones y dar opiniones por escrito, para darse cuenta posteriormente que en las conclusiones finales publicadas de dicho foro, sus opiniones no se incluyeron, a pesar de que eran consideradas por los asistentes mayoritariamente, como un excelente aporte viable. Así nacieron las sospechas de los participantes que las conclusiones a las que se tenía que llegar, en ese foro ya estaban definidas y redactadas desde la planificación del evento.

De este modo, la aplanadora de la mayoría se transforma en una maquinaria brutal que pretende eliminar ideas, que posteriormente por su valor en sí, surgirán vivas en las voces de la participación organizada del colectivo.
Ni hablar de otros eventos donde además prevalecen abiertamente el proselitismo, la obvia propaganda política o el chantaje del poder económico de grupos, corporaciones o sectas religiosas, todos con sus verdades absolutas a cuestas, en una lucha despiadada por el control del poder total de una organización, país, gobierno municipal o estadal.
También es corriente que se te invite a programas de TV donde se te entrevista, tienes la sensación de estar participando y haciendo aportes serios a la vida cultural del país, pero es sólo una percepción errónea, tienes sólo la sensación, pues las decisiones se toman en lugares habitados por el poder político donde nunca tendrás acceso.

En la praxis artística moderna la participación, lamentablemente, permanece atada a viejos clichés, impuestos por pequeños grupos de poder económico, y burócratas del Estado quienes programan y controlan la participación desde el pasado reciente hasta hoy, inspirados: en el tradicional coleccionismo saqueador de los museos, las políticas comerciales de las galerías de arte, el crítico-marchand, el investigador por encargo, el curador de las ferias internacionales , el subastador con su contrabando de obras robadas y falsificadas, y organizadores de salones de arte, bienales, ferias, documentas y mega-exposiciones, todas ellas plagadas de vicios heredados de más de un siglo de “la gran cultura artística” occidental e influenciada por mercados artísticos del norte.

En más de 30 años, los artistas hemos venido debatiendo, escribiendo y publicando acerca de los Salones y Bienales de Artes Plásticas. El Conac mismo en el mes de abril de1991 propició un debate sobre los salones nacionales y difundió una publicación con serios y certeros aportes de cómo mejorar las condiciones de participación de los artistas plásticos en salones de arte. Así como la necesidad de la existencia de un código de ética aplicable a organizadores, jurados y curadores, cómo designarlos y cómo debe ser su labor. [1]

Por ello resulta, increíble y hasta ofensivo a la memoria de nuestras luchas gremiales confirmar cómo, todas las reflexiones y los cambios que se lograron introducir sobre la participación en salones de arte, hoy en el 2005, se ignoran y desechan, cuando desde el Ministerio de la Cultura se convoca a un Salón Nacional Oficial de Artes Plásticas bajo el título de Mega Exposición Dos. En la lectura de sus Bases [2] ya observamos la presencia de todos los vicios inaceptables, rechazados por creadores serios, para la participación en eventos artísticos.

Tomo el ejemplo de participación en la Mega II por su pretendida trascendencia nacional, podría ser cualquier otro evento. Lo analizo y le hago una crítica constructiva, con el más amplio respeto a todos los participantes de este evento, con la certeza que si hubiese habido una consulta amplia en la base, una especie de asamblea de artistas plásticos, se hubiese mejorado la convocatoria y la participación. O por lo menos los organizadores debieran haber leído las investigaciones que ha hecho el propio Conac al respecto, en su “Primeras Jornadas Nacionales de Reflexión Sobre Salones de Arte en Venezuela”, abril 1991. [3]

Nadie mejor que los creadores para opinar, debatir y ayudar a establecer bases sólidas de las políticas culturales-artísticas en lo participativo. No son los únicos, también son importantes los aportes de los receptores de sus obras. Los creadores, también llamados artistas o trabajadores del arte y la cultura, son quienes tienen la palabra, especialmente en tiempos de cambios profundos de un colectivo, hay que considerarlos como personas humanas, por lo menos oírlos, no sólo exaltar su obra, u homenajearlos después de muertos, reconocer que ellos en sí, son el patrimonio artístico vivo de una nación. Por eso es importante la participación y convocatoria a una Constituyente Cultural Originaria [4] donde se debata y emerja fresca la tan postergada Ley de la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela.





FUENTES Y NOTAS FUERA DEL TEXTO
[1] Artículo:


“Por una Participación consciente y confrontación real en los Salones y eventos de arte del país”


de Aníbal Ortizpozo, publicado en:
- Diario La Frontera, Mérida, Venezuela, 27 de febrero 1983.
- Diario El Carabobeño, Valencia, Venezuela, 16 de octubre de 1983.
- Ponencia Primeras Jornadas de reflexión sobre Salones de Arte, CONAC, abril de 1991.
- Sitio Web: www.ortizpozo.com - desde donde se puede leer, opinar y solicitar.
- Síntesis del documento de A Ortizpozo, publicado por el CONAC:

“Los salones de Arte son uno de los eventos, que más enconadas críticas reciben, y no existe trabajador de la cultura que no haya tenido inquietudes por mejorarlos desde sus estructuras básicas.
Sin embargo, es necesario aclarar la diferencia entre producir una mejora y provocar un cambio, pues esto último supone la modificación de las políticas culturales de la sociedad, las cuales en primera instancia deberían apuntar hacia la democratización del arte; empezando por la educación artística.
El creador de las artes visuales debe participar en todo evento que le permita una confrontación real. Pero muchos artistas han cuestionado el participar por participar, sin tener derecho a gestionar la relación de sus obras con el público.
A través de la participación nuestra obra se puede subordinar a unos intereses programados, al gusto del mercado consumidor, y a los dictámenes éticos y estéticos de la crítica. Por ello reclamamos nuestro derecho a disentir de las posturas oficiales de la crítica de arte, y de los criterios mercantilistas y burocráticos. Es necesario comprender que la obra no es la que debe estar a su servicio, sino todo lo contrario.
Ahora bien, es importante enfatizar que los interesados deben participar de manera consciente en los salones, y que éstos están dirigidos a los artistas profesionales, paralelo a ello, deben crear eventos para canalizar la valiosa creación de los aficionados y estudiantes de arte.
En una auténtica confrontación los artistas deberían participar con no menos de cinco obras, además de materiales de apoyo como videos, textos escritos, reflexiones sobre sus poéticas, etc. Siendo éste, un material publicable que sirva para la discusión.
En cuanto a los jurados, pensamos que sus discrepancias son un hecho natural y positivo, no así el hermetismo que rodea su trabajo puesto que esto lleva a los participantes a establecer conjeturas -a veces- erróneas, pero en ocasiones, muy justas.
El análisis y las deliberaciones de los jurados no deben seguir ocultándose como si los resultados finales constituyesen un hecho de delincuencia cultural.
Publicación impresa y difundida por el CONAC - Primeras Jornadas de reflexión sobre Salones de Arte, CONAC, abril de 1991. Ponencias: Simón Noriega, Sacarías García, Ivanova Decán, Aníbal Ortizpozo, Perán Erminy, Roberto Guevara, Manuel Quintana Castillo. Intervenciones: Ariel Jiménez, Pedro Sanz, Milagros Blavia, Liborio Guarulla, Manuel de La Fuente, Luis Delgado y Mariella Provenzali.



[2] Bases de La Mega Exposición

“Arte venezolano del siglo XXI – En honor a Jesús Soto” -
www.conac.gov.ve/view/docs/MEGAEXPOSICION_II.doc

[3] Síntesis de Opiniones de los artistas plásticos

sobre La Mega II, entre un contingente de 73 artistas:

La convocatoria no tiene un concepto general explícito que la justifique y no resulta cónsona con el proyecto país o modelo país que queremos darnos, pero sí, un homenaje justo aunque forzado y a destiempo a Jesús Soto
Se habla de la más amplia participación, cuanta simpleza y falta de profesionalismo de los organizadores al convocar a un evento entre cuyos objetivos está tener un panorama del Arte Plástico Venezolano del Siglo XXI, sin considerar lenguajes, disciplinas, edades, experiencia, formación de los sectores involucrados, en un” todo se vale”, donde, estudiantes que se inician en el arte, pintores aficionados de domingo, amateurs, autodidactas y profesionales podrían participar. Cuanta asimetría en un mismo saco, para establecer posteriormente criterios justos de selección en esta diversidad de expresiones plásticas del país.
Existencia de un jurado desconocido en las bases y que se constituiría posteriormente con directores de museos, investigadores y curadores, sabiendo que muchos de ellos han declarado públicamente su preferencia por algún movimiento artístico o político y actuarán en consecuencia seleccionando con los mismos criterios subjetivos y extra artísticos de ayer, por lo tanto sin poder emitir laudos o justificación escrita a cada artista por qué se le selecciona o no. Acción realizada en reuniones secretas todo ello como un acto de delincuencia cultural. Con esta selección se ratifica la figura de la exclusión o rechazo tradicional en salones y bienales de arte en el país.
La innovación de la Mega II, no habrá premios en metálico, estímulo material que no es un Nóbel que le permita a los artistas dedicarse sólo a su obra, pero tampoco se reemplaza o refuerza con estímulos morales a la creación artística.
El punto 5 de las bases, la trampita discriminatoria dice: “Para incentivar la participación y reflexión del arte venezolano en el Siglo XXI, la Comisión Organizadora invitará a los artistas cuyo trabajo haya sido realizado entre los años 2001 y 2004.” En efecto, después de posponer las fechas finales de la entrega de trabajos, por escasa participación, aparece una lista de cerca 454 artistas (incluyendo muertos, ausentes y extranjeros), muy especialmente invitados por el ministro, a participar, naturalmente sin selección, otros no incluidos en la lista invitados telefónicamente por sus amigos funcionarios del Conac O sea, en esta amplia convocatoria además de que se excluye a algún creador inocente, se discrimina entre invitados especiales y “el chiripero” masivamente convocado.
Ante el malestar de los artistas por esta situación, aparecen, gestos desesperados para eliminar a última hora la figura de exclusión, porque, como “el pueblo es la cultura” se aceptan todos los trabajos presentados. Así lo reveló el Museo Dimitrios Demu, Centro recolector para el estado Anzoátegui, en información por Email textualmente “El pasado jueves 31 de marzo el Ministro de Estado para la Cultura y la Dirección General Sectorial de Artes Visuales del Consejo Nacional de la Cultura, decidieron aceptar absolutamente todos los trabajos que se entregaron en el proceso de recepción de la II Megaexposición de Arte Venezolano del siglo XXI, reemplazando así la selección previamente hecha por Luis Miguel Rodríguez y María Margarita Rasquin del CONAC; por Anzoátegui los poetas Williams Guaregua y Gustavo Pereira, y el Arquitecto Luis Felipe Salazar”… Aplausos..!
Por el contrario, en Mérida el Jurado no aceptó que se desautorizara y de 72 participantes, solamente viajaron a Caracas 12, excluyendo a 60. ¿Qué tal?
En otras palabras, la convocatoria para la participación de la Mega II es el mejor ejemplo de lo que no se debe hacer. Demuestra desconocimiento de la metodología para la participación de artistas. Es confusa e ineficiente, además establece bases viejas e inaceptables, que no garantizan una participación que permita confrontar ampliamente del arte plástico venezolano. Sus bases poco creíbles, ambiguas podrían hasta eliminar la figura de selección para presentar una mayor participación y demostrar así al país que la Mega II ha sido “exitosa” y de esta manera no corregir los errores evidentes cometidos.

[4] Sobre Constituyente Cultural, leer en


Secciones: “Colectivo Pueblo Soberano” y “Políticas culturales" en "Culturales Nacionales”.

POR UNA PARTICIPACION CONSCIENTE Y CONFRONTACION REAL EN LOS SALONES Y EVENTOS DE ARTES DEL PAIS.

Una de las actividades que dentro del desarrollo cultural del país, despierta apasionados comentarios y ofuscadas reacciones son los Salones de Arte.
Aceptados y rechazados, jurados y críticos de arte, durante las primeras semanas que preceden a las decisiones de los jurados ocupan grandes espacios en los medios de comunicación, a medida que transcurren los días van disminuyendo los centímetros de palabra escrita hasta finalmente desaparecer.
Todo vuelve a la "normalidad" y a prepararse para el otro salón y así sucesivamente en un círculo interminable, donde los perjudicados hemos sido siempre los creadores.

En relación a estos eventos de la plástica, "regionalizados" o "bienalizados", no creo haber conocido trabajador del arte y la cultura, que no tuviera proposiciones, inquietudes e interrogantes, que de ser canalizadas y respondidas, podrían haber mejorado este tipo de evento desde sus estructuras básicas. Y aclaro que digo mejorar y no cambiar ya que esto último supone primero el cambio en esta sociedad de las políticas culturales, que en una primera etapa apunten, por lo menos a la democratización del arte, empezando por una educación artística sensible e imaginativa para nuestros niños y jóvenes.

Pero como es natural una cosa es nuestro pensamiento y otra es la resultante de la práctica artística cotidiana. De allí surgen nuestras dudas, nuestras contradicciones.Cuántas veces los trabajadores del arte, nos preguntamos sobre la conveniencia de participar o no en un Salón de Arte.

Con demasiada frecuencia nos autocensuramos. Siempre queda la disyuntiva: participar y por consiguiente confrontar tu obra reciente, con los beneficios que ello trae, o aislarse y trabajar sin que la participación en los salones sea determinante en la obra.
Personalmente pienso que todo creador, que esté trabajando una obra, en este caso en el campo de las artes visuales debe participar en todo tipo de evento que le permita una confrontación real.

Muchos son los artistas que han cuestionado la "participación por la participación", sin que los creadores tengan derecho a gestionar por completo !a relación de su obra con el público.
Cito textualmente:"Bajo los estandartes de la participación, la ley de la oferta y la demanda y el arte por el arte. nuestra obra se subordina al interés del programa, a las relaciones con el mercado consumidor y a los dictámenes éticos y estéticos de la crítica.

"En consecuencia, el entretejido de relaciones sociales cotidianas que conforma el ámbito donde se gesta y se produce la obra visual y, por ende, la relación de ésta con el público marcha aceleradamente hacia la enajenación de su propia finalidad. Lo que era subsidiario pasa a ser fundamental, y el acontecimiento humano y primordial de la creación y el goce de lo creado queda subordinado a intereses espúreos,"
"Reclamamos nuestro derecho a disentir de los criterios oficiales, de los criterios mercantiles y del imprimátur arzobispal de la crítica de arte de los medios de comunicación masiva y recordamos a burócratas, marchands y críticos que no es precisamente nuestra obra la que debe estar a su servicio, sino todo lo contrario" (1).

PARTICIPACION Y CONFRONTACION REAL.
Para nadie es un misterio la gran desorientación y desinformación que existe dentro de los "potenciales participantes" en los salones de arte, así tengan estos últimos una larga trayectoria, excelente organización y autoridades bien intencionadas.

Para no analizar este fenómeno en abstracto, tomare como ejemplo el Salón Michelena de Valencia. Aclaro que no tengo nada en particular contra él, he participado durante años seguidos y de esa participación he logrado extraer alguna. experiencia. La participación de obras en el Salón Michelena, ha fluctuado entre 400 a 1200 obras de las cuales el Jurado de Selección ha dejado un promedio de 150. Surge aquí la gran interrogante; ¿Cómo eran las obras no seleccionadas y a quién pertenecían?. Como los salones no documentan la participación total, ni para evaluar el evento, nunca podremos respondernos con exactitud estas interrogantes. Sin embargo, por informaciones que nos merecen toda credibilidad sabemos que de las 900 (+-) obras rechazadas la gran mayoría de ellas pertenecía a pintores amateurs, cuyos meritorios trabajos fueron realizados con fines recreativos y, otro gran porcentaje, a estudiantes de los primeros años de escuelas de artes plásticas cuyas incipientes obras aún están dirigidas por sus profesores-artistas que paradojalmente, también estaban participando en el salón.

En relación al ejemplo que cito; no se deben ahorrar explicaciones para que los interesados en estos eventos tengan una participación consciente, que sepan con absoluta claridad que estos eventos son (aunque no se diga) para artistas profesionales. Paralelo a ello se deben crear eventos artístico-plásticos para estudiantes de arte y amateurs, para canalizar la valiosa creación de aficionados. La creación de estos eventos no significa limitación para los jóvenes estudiantes de arte o amateurs que deseen participar en los Salones para artistas profesionales, aún cuando ello resulte una apuesta al 5 y 6. Cuando hablo de la confrontación desde el punto de vista de un artista, exijo que sea una confrontación real, porque no constituye una confrontación el hecho de que una obra esté al lado de otra colgada en un muro. Como creador, pienso que uno de los valores rescatables que tienen los salones de arte es el de la confrontación real, la que supone, desde luego, otras formas de organización donde los trabajadores del arte y la cultura establezcan las reglas de juego de los eventos. Una verdadera confrontación es cuando cada artista pueda participar con cinco obras recientes como mínimo, que ofrezca dentro del marco de los eventos, textos, videos, conversaciones sobre sus poéticas, a fin de generar un diálogo enriquecedor para todos. Que todo el material que se produzca se publique y sirva de material de discusión en escuelas de arte y centro culturales de la comunidad.


EL MISTERIOSO TRABAJO DE LOS JURADOS.

Las discrepancias entre los miembros de un Jurado son un hecho natural y positivo; también suelen producirse decisiones por unanimidad o en ocasiones uno de los jurados ha salvado su voto. También ha habido jurados que han declarado desiertos los premios. Pero cualquiera que sea la decisión final, las discusiones de los jurados, sus argumentos, los análisis de cada obra sometida a su criterio no deben seguir siendo un misterio que se guarda celosamente.

¿Por qué ocultar las discusiones de los jurados cuando ellas pueden constituir una sana orientación de docencia artística para los participantes y público en general?
Existen ya ejemplos de eventos donde se ha grabado y publicado las deliberaciones del jurado. Otros donde In discusión se ha filmado en un circuito cerrado de televisión, o simplemente se ha deliberado con la presencia de público y participantes, en calidad de espectadores.

Por otra parte, cada salón debe emitir laudos "explícitos" que evalúen el salón en su totalidad y participantes en particular. El hermetismo que se ha mantenido en torno al trabajo de los jurados, lleva. a los participantes a plantearse. conjeturas equívocas y no deja ninguna lección. En síntesis, pienso que no debe ocultarse las deliberaciones de los jurados, como si éstas y los resultados finales constituyesen un hecho de "delincuencia cultural".

LOS PREMIOS, RECOMPENSAS EN METALICOS, EN DIPLOMAS.

Aunque los premios en metálico de Venezuela son muy superiores a los del resto de países latinoamericanos, tampoco son un Nóbel que le permita al artista, en definitiva, resolver el problema de su subsistencia. Por otra parte, tampoco son tan magro que pudiesen considerarse un estímulo netamente moral. Sabemos de instituciones que se jactan de haber entregado cerca de un millón de bolívares en premios pero, no tienen prosupuestos para desarrollar talleres de creatividad u otras actividades culturales de la comunidad.
De pronto, surgen patrocinadores de premios cuyos aportes económicos están por debajo del valor mínimo de la obra premiada, resultando esta práctica una forma de adquisición desventajosa para el artista premiado.
Pero, lo que definitivamente muchos artistas plásticos no han logrado asimilar es el hecho que los premios son una decisión no exacta de valoración de una obra. No siempre la obra premiada es la mejor desde el punto de vista de los valores estéticos permanentes. Cuantas obras premiadas en años anteriores hoy no tienen ninguna significación que no sea la histórica documental. Otras rechazadas un año, en el próximo fueron aceptadas o premiadas. La decisión de los premios es contingente, humana, imperfecta y corresponde sólo a ese tiempo del debate y está determinada por el conjunto de obras y su interacción; y además por las motivaciones subjetivas de esos "humanos" que intentan atrapar razonablemente lo irracional de una creación que no les pertenece.
En palabras simples si se cambia un jurado es posible que también cambien los ganadores de un salón de arte. De tal modo, que los premios en general no deben preocupar ni interferir en la obra de un artista, ya que ella debe estar mas allá de esa valoración temporal.



(1)Parte de texto colectivo elaborado por Edmundo Vargas, Gilberto Ramírez, Mary Carmen Pérez, Peli, Eneko Las Eras y Ortizpozo para catálogo de su exposición Galería Viva México Septiembre de 1983.

EL DESAMPARO Y LA SOLEDAD DEL TALENTO ARTISTICO

Carencia de Leyes, Regímenes e Instituciones que garanticen
la Seguridad Social de los Artistas Plásticos
Prof. Aníbal Ortizpozo



"Si bien, el arte sobrevivirá por sí solo,
desgraciadamente sus creadores, no." OP.



Uno de los hechos más notorios de nuestra realidad en el campo de las artes, y en especial de las Artes Plásticas, es la carencia de la Seguridad Social que por derecho, los artistas deben gozar. Se trata solo de observar y de tener un poco de sentido común.


Ahora bien, hay muchas interrogantes y precisiones que es necesario hacer. ¿Qué es para los estados un Artista Plástico? ¿Por qué se considera nuestro sector laboral-artístico, equívocamente, “no productivo” para la economía del país? ¿Cuáles son los derechos que le corresponden a este “ciudadano artista plástico” en el sistema de Previsión Social? ¿Por qué los Artistas Plásticos han carecido y carecen de leyes e instituciones propias que garanticen su seguridad social? ¿De quién es la responsabilidad de estas carencias? ¿Es sólo del Estado? ¿O también los artistas “hipnotizados por efímeras bonanzas económicas” y exceso de juventud, hemos desatendidos esta responsabilidad colectiva?

Es necesario precisar que Seguridad Social es un conjunto de leyes y organismos que las aplican y que tienen por objeto proteger a los individuos y a la familia contra ciertos riesgos sociales. Además los países industrializados disponen de un sistema de Seguridad Social cuyos grandes ejes están constituidos por un seguro contra el paro, un seguro contra los accidentes de trabajo, y las enfermedades profesionales, Seguros Sociales y prestaciones familiares. Tenemos conciencia que los sistemas de Seguridad Social están regidos generalmente por legislaciones estatales y que para algunos países se mezclan regímenes obligatorios legales, regímenes obligatorios profesionales y regímenes facultativos.


“LA ALQUIMIA LABORAL”

El trabajador del arte y la cultura, como lo sabemos por experiencia propia, en la acción de sobrevivencia aplica el recurso “de mosquito para arriba, todo es cacería” y así construye un variado campo laboral con la presión de sus necesidades vitales.
Mientras crea, se transformará en funcionario público, promotor cultural, diseñador gráfico, ilustrador, docente, crítico, curador, marchand, realizando su obra en el tiempo sobrante. Si es muy valiente o tiene recursos propios, se dedicará sólo a hacer su obra transformándose en una empresa, será su propio patrón para financiar con la venta de la obra, taller, vivienda, educación de los hijos, seguro médico y futuras prestaciones cotizando en algún Seguro o Entidad Bancaria particular.

Cabe agregar que para los que se dedican a la docencia les “lloverá sobre mojado”, ya que los artistas-docentes, a pesar de ser reconocidos por, los Estados, museos, crítica e intelectualidad del país, al ejercer la docencia en los Ministerios de Educación son desconocidos y el salario, a pesar de la trayectoria artística, es inferior al que recibe un joven al egresar de algún pedagógico. Esta situación injusta desde todo punto de vista humano, no considera el valor que tiene el hecho de que un artista plástico que además de realizar una obra que enaltece a la nación, dedique parte de su tiempo a la formación de las nuevas generaciones de jóvenes creadores.
Los artistas organizados en Asociaciones o sindicatos deben exigirle al Estado que garantice el derecho que tiene el Artista a producir su obra y vivir de ella, velar porque esta industria cultural tenga la legislación adecuada y una orientación que no privilegie lo comercial por sobre lo artístico cultural (subsidios, préstamos con bajos intereses, financiamiento de proyectos artísticos etc.)

Procurar la disposición de espacios en áreas comunitarias para talleres creativos. Facilidades aduaneras para la adquisición de materiales. Protección legal y aplicación del derecho de autor.

Normas claras para eliminar la figura de la "exclusión" de los Artistas Plásticos en la programación de actividades en las salas y museos del sistema nacional.
Normas claras significa que ninguna sala o museo puede privilegiar el amiguismo, la tendencia sexual, la tolda política, la tendencia de moda, lo elitesco, lo generacional, el negocio curaturial, etc. todos factores extra-artísticos profusamente usados y profundamente injustos.

Para la toma de decisiones de las autoridades del Estado pedimos aparte de la voluntad política un elemental sentido común para poder ver al Artista Plástico como un trabajador más con todos los derechos de un ciudadano común productivo y como tal formar parte de la legislación en lo que a Seguridad Social se refiere.

Ninguna expresión equívoca puede cambiar la realidad

Para poder hablar con propiedad de nuestra realidad he tomado una pequeña muestra de 160 artistas en Venezuela, vivos, con más de 50 años de edad, y con reconocimiento al trabajo artístico que realizan.
A estos artistas se les realizó una encuesta simple referida a su especialidad, ingresos, trabajos remunerados paralelos a la realización de su obra, tenencia de taller y vivienda (propio o alquilado) existencia de seguro médico ambulatorio y hospitalario, si tiene pensión o jubilación, si está en vías de obtenerla. O si llegados los 60 años para la mujer y 65 para el hombre por ausencia de cotizaciones y/o prestaciones no podrá acceder a estos beneficios como cualquier trabajador venezolano.

La estadística arrojó a simple vista que ante la carencia de Seguridad Social los Artistas Plásticos en Venezuela han preferido, para mejorar su calidad de vida en la estabilidad laboral, asumir la docencia como actividad paralela mayoritaria, en otras palabras, de la “nada” a salarios pensiones y jubilaciones de “miseria” del Ministerio de Educación.

La muestra habló por sí sola, para los que quieren ver y oír, a pesar que en este es un grupo de artistas reconocidos donde hay 41 Premios Nacionales, y donde los 119 restantes tienen también una producción valorable, ello no impide que haya 126 de ellos que tienen que realizar otras actividades paralelas a la obra; 65 de ellos sin posibilidad de jubilar o tener una pensión de vejez; 40 sin seguro médico y 49 con Servicio asistencial limitado. El desamparo es evidente hasta en este grupo de Artistas reconocidos y será más que evidente y grave si extendemos la encuesta al total de Artistas Plásticos del País sin limitación de edades, ni calificativos como el de “Ingenuos o Populares” que son los creadores más desamparados .

Se nos pedía ser pragmáticos y menos retóricos, lamentablemente la acción práctica en el campo de la Previsión Social requiere de la formulación de leyes, reglamentos e instituciones y ello es un proceso lento que se debe iniciar cuanto antes.

Por último, cuánto tiempo más pasará antes que se cree, apruebe, reglamente y aplique un sistema de Seguridad Social para los Artistas Plásticos? ¿Cuántos de nosotros ya no estaremos para disfrutar de ese derecho?
Ideas y propuestas siempre las hay, retomando buenas iniciativas hoy desaparecidas o ejemplos de legislaciones de otras naciones. Es necesario crear una alianza estratégica para establecer la seguridad social del Artista Plástico, donde debe concurrir el Estado, sus Ministerios de Educación y Cultura (si lo hay), las Asociaciones o Sindicatos de Artistas, los artistas todos, las Gobiernos locales y Alcaldías.

Se debe considerar en los planes de Seguridad Social las diferencias entre el Artista que trabaja para el Estado en cargos públicos o para la empresa privada. En estos dos casos, él puede optar formar parte del plan que más le favorezca. Pero el que realmente tiene carencias, es el Artista Plástico que trabaja por “su cuenta y riesgo” sin ninguna Previsión Social, que es la mayoría.

Censo

Las Direcciones de Cultura y Asociaciones de Artistas deben realizar un censo de todos los Artistas Plásticos del país en función de su Seguridad Social para establecer el reconocimiento y la condición profesional de "Artista Plástico" (o perfil laboral) porque es necesario para las exigencias legales y/o curriculares obligatorias, que seguro las habrá, por ejemplo: domicilio, dirección del lugar de trabajo adicional (si lo tiene), composición del grupo familiar, existencia de taller y vivienda (propia o alquilada) Seguro Médico y presencia de "una obra" realizada (trayectoria), o producción artística en proceso. En algunos casos, títulos y certificado de estudios artísticos, exceptuando los autodidactas, en fin, el Estado debe ser sensible y flexible, para establecer el derecho a la Seguridad Social de un Artista Plástico que vaya más allá de una Pensión de Vejez o Subsidio Temporal.

Profesión Peligro

En el área de Salud, se debe considerar que por la naturaleza de los materiales contaminantes con que trabaja el Artista Plástico, siempre está expuesto a enfermedades graves principalmente de las vías respiratorias, piel y vista, por lo que se necesita un Seguro Médico con cobertura total, sin límite de edad, para atender básicamente la parte preventiva de él y su familia. Si tiene el taller y trabaja en su casa, mayor riesgo familiar.


Posibles Iniciativas referenciales. Para todas las edades.

1) Creación de un fondo para una Asociación de Ahorro y Préstamo para Artistas

1-1) Fondo inicial con aporte del Estado como
deudor moral de sus artistas.
1-2) Aporte de los artistas en obras que serán tazadas
y vendidas para el Fondo Común.
1-3) Aporte de los artistas en efectivo en sus cuentas
personales a modo de Fideicomiso.


2) Convenios Ministerio de Educación
Direcciones de Cultura, Asociaciones de Artistas con Empresas Privadas de Seguros y Servicios Médicos Hospitalarios

Aportes económicos del Estado,
los Gremios y Asociados.

3) Creación de un Fondo para el Desarrollo de las Artes de uso y manejo transparentes.
4) Creación de un Fondo de Bienes Nacionales para la exportación y venta de Arte en los mercados nacionales e internacionales.
5) Apoyo económico de proyectos artísticos comunitarios de auto-financiamiento.
6) Otorgamiento de Becas Nacionales e Internacionales para talentos artísticos jóvenes (hasta 30 años).
7) Apoyo económico a Cooperativas de Pequeñas Industrias de la fabricación de materiales para las Artes Visuales. Tecnología de los materiales.
8) Apoyo económico a Festivales de Arte, organizados por los propios artistas y destinar un porcentaje de la venta para el Fondo del Desarrollo de las Artes y/o Fondo de Pensiones.


Posibles Iniciativas Previsionales Urgentes para artistas de 60 - 65 años en adelante.

1) Pensiones de Gracia, o Asignaciones de Mérito de por vida, que incluyan seguro médico gratuito, mediante decretos Presidenciales, Gobernaciones y Alcaldías, para artistas de más de 60 años con una obra realizada, reconocida a quienes los podríamos llamar como “Patrimonios artísticos vivientes”. Tengan o no cotizaciones o prestaciones por trabajos paralelos realizados.

2) Jubilación o pensión a artistas de más de 60 años con 25 años como docentes y una obra nacional realizada. Jubilación de inmediato con una asignación económica de por vida equivalente al Premio Nacional de Artes Plásticas y seguro médico gratuito.

3) Pensión de Gracia Contributiva para reparar algún daño que el Estado le haya causado al Artista.

Nota: En toda Pensión de Gracia o Asignación de Mérito, debe existir el compromiso moral del Artista, si no está impedido físicamente, a realizar contraprestaciones voluntarias en la Política Cultural del Estado, como patrimonio viviente que es y maestro ejemplo de juventudes.

Recuperando Iniciativas

1) Aplicar el Decreto Ley que garantizaba un porcentaje del valor de toda construcción inmobiliaria para la realización de obras artístico/plásticas a artista reconocido. Ley que no se cumple y que es burlada por las empresas constructoras.

2) Utilizar los fondos del Derecho de Autor Público de los Artistas para un Fondo Común de Pensiones. Por ejemplo el caso de la utilización del nombre, su imagen y de las imágenes de la obra de un ARTISTA RECONOCIDO.

3) Se debiera destinar parte de los fondos obtenidos por concepto del Droit de Suite para el futuro Fondo Común de Pensiones.

4) Recuperar las Pensiones Asistenciales de las Gobernaciones y Municipalidades de por vida para artistas como ha sido la experiencia en algunos países.

Este tema es largo y complejo, no requiere solo de leyes y normas sino de voluntad política para su aplicación y un toma de conciencia de la comunidad artística que ha permanecido callada.

Lo Gremial como Norte

Aprovecho la ocasión para una vez más hacer un llamado a las Asociaciones de Artistas y sindicatos, para que no se desvíen de lo esencial, de los orígenes de su fundación, privilegiando lo gremial, como lo recomendara ese gran artista español Juan Genovés, miembro del Sindicato de Artistas Plásticos de España. Para él “las actividades artísticas en una asociación, divide a los artistas y hace el diálogo más difícil, porque surgen criterios competitivos, curriculares- artísticos, y comerciales, ajenos al quehacer gremial”. Dentro de lo gremial se recomendó actividades para los miembros asociados que abarcaran campos como: la Informática concentrada en un Directorio de Artistas, galerías, museos y eventos; la Prevención Sanitaria en el uso de los materiales altamente contaminantes; Talleres de actualización y mejoramiento profesional; Tecnologías de Punta y la Difusión en el Internet. La Defensa del Derecho de Autor; Asesoría y Defensa Legal en los contratos y convenios que establezcan sus asociados con el mercado; y las Bases y Orientaciones para crear las Leyes e Instituciones que garanticen la Previsión Social.

Lo gremial es a mi juicio la razón de ser de todo grupo, asociación, sindicato de artistas plásticos. Una acción gremial que le permita al artista una mejor “calidad de vida” incluido el derecho humano a expresarse libremente y los derechos morales, económicos y sociales especialmente en materia de ingresos y seguridad social.

Artículo publicado en:

Ponencia I Congreso Asociación Venezolana de Artistas Plásticos AVAP
Caracas, Venezuela, Junio2002

Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos CELARG
http://av.celarg.org.ve/Recomendaciones/ponenciaanibal.htm


EL ARTISTA PLASTICO Y LA SALUD

LOS DAÑOS PROPIOS DE LA PROFESION (Información Básica)
Prof. Aníbal Ortizpozo




Químicos:
Trastornos respiratorios, Cutáneos, Neurológicos,
Oculares, Visuales, Cáncer.


Accidentes Laborales:
Sordera por ruido
Mala posición del cuerpo

Problemas psicológicos:
(propios del modo de vida del artista).




Pintores, ceramistas y escultores
se ven expuestos a peligrosas enfermedades
por los materiales con que trabajan.

PROFESION PELIGRO
Después de horas de trabajo frente al lienzo, rodeado de pinturas, arcillas, pigmentos, esmaltes, disolventes, el artista puede salir con algo más que con un cuadro.
Los últimos estudios demuestran que un artista tiene un altísimo riesgo de contraer un gran número de enfermedades como resultado de los químicos con los que trabaja. Los problemas van desde una simple alergia hasta algo tan grave como daños en el sistema reproductivo o en los pulmones.
Y las cosas parecen empeorarse con el tiempo, estos fenómenos están adquiriendo dimensiones de epidemia : una tercera parte de las personas que trabajan con este tipo de sustancias tóxicas desarrollarán, algún día, una enfermedad derivada de estas.

¿Cuáles son?

Plomo (esmaltes para cerámica, materiales para vitrales y pigmentos): dolor en el abdomen, desórdenes en el sistema reproductor, daños en el sistema nervioso.
Cadmio (soldadura para plata, pigmentos, esmaltes para cerámica y fundente para metales): problemas en los pulmones y riñones, presión arterial alta, desórdenes nerviosos. Se sospecha que pueda tener relación con el cáncer y con los defectos en los bebes.
Cromo (pigmento de las pinturas y colorantes para cerámica): dermatitis, alergias y cáncer en los bronquios.
Dióxido de manganeso (colorantes para cerámica y algunos óleos y pigmentos de pinturas acrílicas) : síntomas similares al Parkinson, daño en los pulmones, hígado, riñones y sistema nervioso.
Cobalto (algunos óleos azules y pigmento de pinturas acrílicas): alergias, daños cardiacos. Se sospecha que puede tener relación con el cáncer yotros tumores.
Formaldehído (un preservativo encontrado en muchas pinturas acrílicas y productos utilizados en la fotografía): irritación de los ojos, la piel y las membranas mucosas alergias y asma.
Asbesto (contaminante encontrado en los polvos utilizados en cerámica y litografías y en algunas piedras): cáncer.
Hidrocarbonos aromáticos (removedores de pinturas y barnices aerosoles y marcadores): el tolueno y el exileno parecen estar relacionados con los problemas del sistema nerviosos central, dermatitis, irritación del sistema respiratorio; el benceno está asociado con la anemia, daños en el hígado y en el sistema reproductor.
Hidrocarbonos clorhidratados (removedores de tinta barniz y pintura, solventes litográficos, cementos de caucho, aerosoles): se sospecha que el cloruro de metileno tiene relación con el cáncer, la dermatitis, el fluido en los pulmones y los ataques cardiacos. El tetracloruro de
carbono puede causar daños en el hígado, los pulmones o la muerte.
Destilados de petróleo (disolventes de pinturas y cauchos , adhesivos en spray): leve efecto narcótico, irritación y fluido de los pulmones si se ingieren, daño permanente del sistema nervioso, si se inhalan durante periodos largos.
Eter de glicol y acetatos (productos fotográficos, disolventes, pinturas y aerosoles) daños en el riñón, anemia.

Y las cosas se complican , porque con frecuencia, el artista trabaja en el mismo lugar en el que vive. De esta manera no es el único expuesto a estas sustancias sino también su familia. A menudo se ven casos en que la esposa del artista empieza a presentar problemas en su sistema reproductor, sin que se sepa la razón.
Uno de los problemas relacionados con estas enfermedades es que la causa es difícil de identificar porque el paciente olvida señalarle a su medico el tipo de los materiales con los que trabaja. De esta manera pasa mucho tiempo antes de que el médico encuentre el verdadero problema. Y es que la mayoría de estas sustancias carecen de una etiqueta que prevenga al usuario de su carácter tóxico. Además, aseguran los especialistas, los artistas aún no han adquirido conciencia del gran riesgo que corren al estar en permanente contacto con sustancias tóxicas.
Muchos artistas experimentan dolores de cabeza, fatiga, debilidad muscular, y problemas emocionales y visuales sin comprender que la causa está en frente de ellos. Se ven también casos de problemas respiratorios (que algunas veces pueden ser permanentes), problemas con el sistema reproductivo, el hígado, los riñones y hasta el cerebro.
Y aunque los artistas tienen fama de despistados y desordenados, en esto sí vale la pena ser cuidadoso.
Es importantísimo ventilar correctamente el lugar en donde se trabaja, evitar inhalar directamente alguna sustancia, utilizar guantes y mascarillas cuando es posible, y en caso de no ser así, lavarse las manos constantemente para evitar que las sustancias sean absorbidas por la piel.
Todo parece indicar que los artistas no solamente tendrán que sufrir por alcanzar la fama, el éxito y tener con qué comer, sino que además tendrán que preocuparse por su salud.

¿Cómo evitarlos?
En relación a los químicos se deberá:

√ Procurar no vivir en el lugar donde se trabaja.

√ Adquirir conciencia del riesgo que se corre
al estar en contacto con sustancias tóxicas.

√ Ventilar correctamente
el lugar donde se trabaja.

√ Evitar inhalar directamente
alguna sustancia.

√ Lavarse las manos constantemente.

√ Utilizar guantes cuando es posible.

√ Utilizar mascarillas que eviten la inhalación de tóxicos.


ACCIDENTES LABORALES

Cortadas con exacto, navajas, cuchillas, sierras.
Quemaduras con ácidos y otras sustancias químicas.
Quemaduras con fuego. Por ejemplo: soplete, hornos, cautines, soldadoras.
¿Cómo evitarlos?
El único modo de evitarlo es a través de la prevención de accidentes.
Tener a la mano equipo de primeros auxilios y saber utilizarlo.
Instalar en el lugar de trabajo un extinguidor que quede a la mano.
Prever una salida de emergencia.

DOLORES POR MALA POSTURA
Dolor Lumbar:
Por esfuerzos físicos intensos o posturas antinaturales. Igual posición durante períodos prolongados.
Se evitan: Con ejercicios abdominales isométricos.
Trabajando sobre una superficie que esté a la altura apropiada.
Y con breves ejercicios de relajación en el período de trabajo.
Otros:
Trastornos músculo-esqueléticos en la región cervical y las extremidades superiores.
Se evitan: Reduciendo los movimientos repetitivos. Con el uso de las herramientas adecuadas y con métodos de aprendizaje idóneos.

SORDERA POR RUIDO
Ante ruidos muy potentes y sobre todo, durante períodos prolongados, las células nerviosas de la cóclea sufren daños irreversibles.

PROBLEMAS PSICOLOGICOS
Debido al carácter "especial" del artista, éste tiene más tendencia que en otras profesiones a sufrir problemas de orden psicológico, por lo menos así lo demuestran los estudios biográficos de la Historia del Arte Universal, donde se observa que la forma de vida, generalmente solitaria,es un buen caldo de cultivo para depresiones y neurosis profundas. Contribuye a esto también las dificultades socioeconómicas y culturales en las cuales los artistas sensibles quedan atrapados camino de su consolidación y reconocimiento.

ECO-ART EN LA MIRA

Ecología, Medio Ambiente y Producción Artística.
Prof. Aníbal Ortizpozo


"hay obras de arte que son contaminantes”. OP


Intermitentemente en la intimidad de mi relación con la naturaleza, inmovilizado ante el articulado poder depredador del ser humano, me asaltan reflexiones sobre la producción artística referida a la Ecología y Medio Ambiente, su puesta en escena, sus discursos y lecturas referidas a su defensa.
En ese sentido valoro lo positivo del espíritu de aquellos artistas, que sin vacilar, aún sostienen que la producción artística ha sido y es todavía el instrumento esencial en el desarrollo de la conciencia humana.

La irrupción de movimientos ecologistas y ambientalistas en el escenario de las nuevas formas de hacer política, permitió una práctica artística relacionada con ellos y que algunos llamaron "Arte Ecológico o Ambientalista”. Las observaciones que se le hacen a esta producción artística, me refiero al campo exclusivo de las Artes Visuales, podrían orientarse en dos o más sentidos: primero, los resultados en el campo puramente estético, luego el manejo de conceptos en la eficacia del mensaje ecológico y el compromiso del artista.




Cabe aquí recordar a Theodor Adorno quien defendió la permanencia del “arte”; como antídoto contra la civilización enferma , subrayando con ello, lo ético de la estética, no obstante somos muchos los que pensamos que este antídoto está mucho más definido y eficaz fuera del arte.
Los creadores sabemos que la más genial obra de arte que se produzca en ese sentido, no resolverá, ni terminará con los permanentes depredadores, chupadores de subsuelo y agentes de la industria química y el desarrollo minero autofágico en Venezuela.

La defensa que se hace el arte, en relación a la amenaza de la destrucción de la Tierra, aparece en forma evidente al comienzo de los años 60. Los movimientos artísticos más cuestionadores apuntaron hacia "la conquista del cosmos," el consumismo en expansión", "la ubicua presión de los medios de comunicación masiva",etc. con ello los jóvenes creadores además se interrogaban insistentemente sobre el sentido de sus vidas.

En esos años la praxis artística rebasó entonces la tradición artística-cultural tradicionalmente aceptada, se la consideró como una aberración pasajera, caprichosa que se celebró en agrupaciones de vanguardia, clubes de estudiantes y galerías informales. Los críticos y estudiosos más conservadores, lo llamaron el “antiarte”.
Sabemos que el arte no escapa a modas, las que precipitan cierre de ciclos y apertura de otros, allí surge el fenómeno de la continuidad o no continuidad de lo que se está produciendo. En la práctica de las autodenominadas vanguardias o neovanguardias es donde se observa que ellas emergen y se hacen exitosas mediante la sistemática descalificación de lo que continúa como una expresión artística más estable, ajena a la moda, al cambio por el cambio o al cambio por el mercado.

Frecuentemente algunos movimientos artísticos contemporáneos que supuestamente buscan una relación armónica con la naturaleza, se contradicen en cuanto a la ejecución e instalación de la obra, la que realizan con materiales contaminantes, estableciendo así una presencia hostil en el medio ambiente. Me refiero al Land Art y Arte Efímero (Movimientos artísticos que contienen el trabajo de aquellos artistas que actúan mediante intervenciones sobre el paisaje natural. La intervención sobre la naturaleza tiene lugar a escala sobre el paisaje por lo que las huellas que el artista deja son macroscópicas y evidentes.) En otras palabras, con tal de realizar una acción artística espectacular sobre montañas rocosas, desiertos, extensos ríos y superficies nevadas, contaminan química y visualmente el paisaje.
Tambien ciertas obras del “Arte Efímero”,que además de tener como soporte el cuerpo humano, contaminan la naturaleza y sus cuatro elementos: el agua o el fuego (pirotecnia), la tierra y el aeroestatismo en el aire.
Gran parte del llamado Arte Ecológico está siendo realizado como una moda por artistas e intelectuales "progresistas" como un simple cambio mecanicista de lo temático en su obra, donde no se maneja una base conceptual y científica de lo que se quiere comunicar.
No encontramos coherencia entre lo que se piensa para adentro y lo que se hace a la naturaleza a vista y paciencia de las autoridades e instituciones encargadas de protegerla.

Puede suceder que las obras producidas en el sentido ecológico caigan exclusivamente en lo testimonial manejado con códigos de imágenes tan simplistas o herméticas, que resultan incomprensibles y sin interés, alejándose de lo esencial del problema; una jaula con pajaritos muertos, playas contaminadas (a las que seguimos vaciando nuestras heces a través de la redes cloacales invisibles a simple vista), cruces con caparazones reales de tortugas, indígenas famélicos, delfines muertos para filmar un video en su defensa.

Me pregunto si una exposición en defensa de las especies en extinción, que usa sus pieles y caparazones para escribir con ellas las palabras "NO MAS," ¿no resulta, desde todo punto de vista, contradictoria esta puesta en escena?. También en exposiciones artísticas ecológicas se ha hecho uso de materiales contaminantes ambientales, en contradicción con lo que se quiere defender y todo ello, por un principio de libertad creadora equivocado.
¿Y qué tal los graffiteros que usan aerosoles para protestar contra la destrucción de la capa de Ozono?
O creer que se hace arte ecológico “conceptual “acerca de la industria petrolera ,lo económico, politico y social de ella ,sólo porque se use petroleo como materia pictorica o soporte y luego hablar de la “estética del petroleo”
El peligro de hacer Arte Ecológico por moda o mercado , sin conceptos, puede tener dudosos resultados. Como ha dicho Joseph Beyus "el arte malo también es contaminación…ensucia y contamina las paredes".

Las ruidosas y violentas imágenes del paisaje urbano nos indican que también las ciudades se ensucian con variados productos del arte gráfico. Cabe aquí una reflexión sobre las ciudades su “contaminación real” y “visual “producto del comercio altamente competitivo de las industrias publicitarias para grandes y pequeñas empresas.Se ha llenado las ciudades, sus edificios, calles y vehículos de transporte público colectivo, de avisos, afiches y carteles de todos los tamaños utilizando modernas técnicas gráficas como los gigantes plotters sobre vallas urbanísticamente mal ubicadas, avisos luminosos de los propios comercios, desordenadas señalizaciones de tránsito y monumentos escultóricos de bajo nivel artístico, financiados y mal instalados por instituciones como el Rotary Club, Club de Leones o cualquier organización de la sociedad civil e instituciones del estado, burlando o ignorando ordenanzas y permisos municipales vigentes.

No parece tarea fácil establecer bases viables para una relación de gran libertad creadora e imaginación política entre los movimientos ecologistas y los artistas. Tampoco parece haber acuerdo sobre lo que un artista considera debe ser su posición frente a estos movimientos. Personalmente entiendo la defensa de la tierra y su ecosistema de la mano con la aspiración a una vida digna, especialmente de las grandes mayorías empobrecidas.

Hasta ahora las relaciones entre un artista y su ecosistema han sido primarias y contradictorias :
a)- La naturaleza como fuente de inspiración y creación artística. b)- El uso de materias primas casi siempre contaminantes para creación de obras. c)- La actitud no siempre correcta del creador frente a los cambios de esa naturaleza (su compromiso consigo mismo como organismo vivo sin contraponer entre organismo y medio ambiente).
Si bien es cierto que el arte hace más de 50 años dejó de ser una producción de "belleza " para ser transformado por las “vanguardias” en el llamado “antiarte”, hoy mayoritariamente el arte contemporáneo ferial, carente de compromiso, se aleja de aquella producción crítica, situándose preferentemente en el campo mercantil y búsqueda de poder a través del éxito comercial.
Por otra parte, importantes obras de Arte Ecológico son subastadas en miles de dólares y su mensaje anulado por el poder de compra de los mismos dueños de las industrias químicas contaminantes. El poder mundial del imperio económico, siempre ha absorbido los mensajes ecológicos de los grupos y artistas ambientalistas alternativos, reduciendo todos sus discursos humanísticos al valor de cambio en el mercado.

Es saludable tomar distancia y actitud crítica frente a la llamada producción de Arte Ecológico o Ambientalista. Algunas obras por ejemplo están referidas a aspectos exclusivamente conservacionistas o ecologistas, que se alejan de la convivencia global y no muestran interés en el mejoramiento de la calidad de vida del ser humano. Por ejemplo, se ha hecho normal tratar los Parques Nacionale –espacios protegidos de reservas naturales–, sin considerar sus habitantes, nuestros campesinos y pueblos indígenas, y tratarlos como siervos al más puro estilo de la Edad Media. Debemos tener conciencia que con nuestra oposición a la tala de un área boscosa estamos defendiendo la vida existente en esos espacios y sus habitantes.

No puedo dejar de referirme aunque superficialmente a la relación arte, cultura, turismo cultural. Este tema amerita, más profundidad y extensión en la reflexión porque la industria turística,(según datos estadísticos la más grande del mundo) evidentemente trae destrucción con contaminación ambiental, desplazamiento de comunidades, desconocimiento de culturas y abuso en general contra los derechos humanos de naciones y comunidades indígenas; el derecho a la propiedad y uso de sus bienes culturales patrimoniales. La liberación del comercio en la industria turística cultural crea en relación a las culturas indígenas, conflictos de ética, venta de tradiciones, patrimonios culturales, objetos, lugares sagrados, tierras y derechos a la propiedad intelectual. Como afirma Devora McLaren “El turismo global amenaza a los conocimientos y a los derechos de propiedad intelectual de comunidades indígenas, a sus creencias religiosas y tecnologías, a sus lugares sagrados, a sus estructuras sociales, a la fauna, a los eco-sistemas, a sus economías y derechos básicos, reduciéndolos a otro producto de consumo agotable”.
Debemos debatir acerca de cómo la “cultura del consumo dominante” es incorporada por el turismo en los pueblos indígenas poseedores de otros valores y modos de pensar lo propio. Por ello resulta válido el esfuerzo de apoyar y legislar para que éstos pueblos tengan herramientas con que defender el derecho a que sus culturas prevalezcan ante esa avasallante intromisión que hace de la cultura de los pueblos indígenas un producto comercial más objetos de profunda significación sagrada para ellos, terminan produciéndose en serie.
Otra amenaza que la industria del turismo conlleva es el llamado Eco-Turismo disfraz con que se arropa la usurpación que se hace a comunidades campesinas e indígenas a través de ECO-viajes que incluye la más variada gama de visitantes: científicos, turistas, investigadores, estudiantes y comunicadores sociales, los que se dan a la tarea de recolectar información, la que sustraen internados en las sierras y valles boscosos robando ese acervo cultural tradicional en relación por ejemplo a las plantas medicinales, ecosistemas y biodiversidad, como lo denunciaron comunidades indígenas peruanas a empresas americanas que estaban patentando la tradicional MACA andina y la UÑA DE GATO poseedoras de un alto poder nutricional la primera y medicinal anticanceroso ésta última. Los pueblos indígenas deben tener el derecho a decir no al Eco-turismo o turismo “culturoso” que tenga impacto negativo en sus culturas y entorno.
La ciencia, la técnica, la economía y la política no siempre han propiciado el advenimiento de una nueva sociedad, donde se haga posible la plenitud de la vida del ser humano. El paradigma contrapuesto entre desarrollo agrícola y destrucción del ecosistema por ejemplo, no ha sido resuelto ni menos discutido en profundidad. He oído a dirigentes campesinos indígenas expresar ante la destrucción de su ecosistema por parte de acciones del Estado “¿no se podría haber hecho de mejor manera?”. Efectivamente sí, hay muchos medios labrar la tierra o extraer riquezas del subsuelo, sin destruirla.
Las Cumbres de Gobernantes sobre Desertificación, Energías Alternativas, Protección de la Flora y Fauna, por ejemplo, no sólo no logran los recursos económicos, tampoco establecen políticas y programas educativos para influir efectivamente en una práctica cotidiana en la defensa de la tierra. Nuestros grupos ambientalistas en Latinoamérica –en su mayoría– no han logrado convertirse en movimientos sociales fuertes, como por ejemplo los Verdes en Alemania, que impongan modelos de Eco-desarrollo sustentables.

Con criterios derivados de la ecología han surgido los llamados Eco-museos . Son museos situados en paisajes donde la naturaleza es rica en elementos geológicos y naturales y donde el hombre ha dejado huellas de su paso, su vida y su trabajo (molinos, mini-centrales hidroeléctrica, puentes, capillas, ingenios azucareros, trapiches) dignos de visitarse y conservarse como patrimonio local. Es la mejor manifestación del sentido amplio sin descontextualización del objeto artístico en relación con el escenario natural y comunidad donde vive el hombre.

Finalmente es justo reconocer que obras de “Arte Ecológico” no contaminantes, no comerciales, bien fundamentadas, son evidentes oposiciones a los proyectos de saqueo total de los recursos de la tierra. Actúan como resistencia a la comercialización e idolatría comercial de la obra en la santa especulación del mercado del arte, del que no se escapa nada.
Abordemos con creatividad el tema ecológico teniendo la mayor claridad conceptual al respecto, empezando por reconocer en primer lugar, que las legítimas necesidades de supervivencia del ser humano, no pueden basarse en la depredación o destrucción de toda forma de vida en la Tierra.