30 may 2011

EL ARTE COMO ZONA DE DISTURBIOS

Límites y Logros de los Lenguajes de la Subversión en la Artes Visuales



Los subversivos de ayer …
hoy están en el poder. OP




Como en el poema visual aquel, ese que llena toda una página con la frase “l' histoire se répète” , una vez más convocado en torno a la “subversión” y sus lenguajes. Podría ser también este un buen tema para el “mejoramiento profesional” de esa aberración humana de la libertad ideológica, que es nuestra inefable policía política.
Nuestra presencia también es urgencia, urgencia de compartir algunas observaciones personales en torno a las actividades que el área de las Artes Visuales podrían ser consideradas en su lenguaje y significado como “subversivas” desde luego, se trata de una percepción y no me habitan verdades absolutas.

¿SE REPITE LA HISTORIA?
Una de esas convocatorias memorables para debatir en torno al concepto de “subversión” nos la hizo el pintor Roberto Matta en el Chile en el año 72 cuando en efecto, nos propuso estudiar, diferenciar y repensar los conceptos de revolución y subversión. Para ese tiempo, ya se había iniciado el gobierno de la Unidad Popular, el que comenzaba a asfixiarse con todas las restricciones impuestas por la Democracia Cristiana y la violenta sedición de una oposición integrada además de la derecha conservadora, los militares y Estados Unidos. En ese entonces además de la violencia fascista y verbal de los medios masivos de información, se usó el más eficaz método desestabilizador como lo es crear un falso desabastecimiento de alimentos, apareció entonces el lenguaje de las colas, el miedo y el hambre.

Por nuestra parte, imbuidos en las enormes tareas que supone la construcción de una sociedad más justa nuestras acciones en el campo de la educación y la cultura son inmediatamente calificadas como subversivas, revolucionarias e insurrectas, por la clase que detenta el poder económico a quienes no les queda más remedio que fortalecer la conspiración, sedición, rebelión y alzamiento.

No es casual que yo haya usado los términos de “subversión” en una posición, si no me equivoco, para referirme a los buenos y el de sedición como palabra para referirme a los malos, esto puede causar una confusión que se aclarara rápidamente porque depende de la posición política que se adopte al leer. Hoy resulta hasta molesto y redundante insistir en una feria de redefiniciones y redenominaciones de los términos, sobre todo si el Diccionario Larousse de sinónimos y antónimos me indica que subversión es sinónimo de sedición, insurrección, revolución, conspiración, rebelión y alzamiento. Ello explica entonces lo terrible y altamente peligroso que significa ser subversivo es mucho más que lo que el término indica. Y por eso el ensañamiento en la represión, el sadismo en las torturas y la cantidad de muertes y desaparecidos. Estoy casi convencido que todo es por culpa de los sinónimos que tiene la palabra “subversión”.
Estos términos de amplio uso en la Latinoamérica de los 60 y 70, hoy se cae de la mata y es evidente que tienen un desgaste en su significación, por el uso aleatorio que cada grupo humano ha hecho de él.

El problema del cambio en el hombre y en la sociedad se ha debatido incesantemente, es aquí donde vale la pena repreguntarse ¿qué puede hacer el creador para impulsarlo? ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? ¿con quiénes?
¿Existe ese lenguaje “subversivo” en nuestro hábitat? Caminemos por las calles hacia sitios de poca vigilancia policial y nos lo encontraremos en los muros, o en recintos de mayor privacidad como son los baños y letrinas, especialmente en la puerta de ellos frente a la poceta, textos, dibujos, y versos populares sorprendentes como este texto de fama continental:
“ A ese lugar tan sagrado donde acude tanta gente
aquí puja el más cobarde y caga el más valiente.”



La ciudad nos habla desde sus muros exteriores, de las casas, allí encontraremos los graffitis realizados en forma individual o por grupos organizados, como brigadas políticas de rayado mural. Además de los muros hay otros soportes para la expresión de estos lenguajes de la inconformidad como son los carteles impresos y los billetes de moneda, los cuales se modifican dibujando o pintando sobre ellos.

El rayado mural organizado y llevado a cabo por las “brigadas de rayado de mural” es una larga y conocida experiencia del Chile de la Unidad Popular. Las brigadas “Ramona Parra”, “Elmo Catalán” , “Inti Peredo” perteneciente a partidos políticos de la UP realizaron múltiples murales, contingentes y efímeros como apoyo a la animación cultural y educación política. Es una experiencia válida que es necesario conocer en profundidad.
También la tecnología de punta como es el INTERNET te ofrece en sus Web Site, muros para que cómoda y anónimamente desde tu casa u oficina realices y te expreses en ese muro virtual. Además encontrarás la información textual de cerca de 500 graffitis en español.

Especialmente se tiene que destacar el arte-correo (Mail Art) cuna de la Poesía Visual, valioso movimiento estético y político que integra la palabra y la imagen. Aquí hacemos un alto para recordar con la más grande admiración a uno de sus cultores más destacados, Dámaso Ogaz. Trashumante por Venezuela y Europa, además gran “ballenero”. Para él la Poesía Visual y el arte-correo (Mail Art) son “una bomba de fabricación casera”. En la poesía visual es donde la palabra y imagen se integran . El carácter simbólico de la imagen es porque representa algo más que su significado inmediato y obvio, además de contener un aspecto inconsciente más amplio que nunca está definido con precisión o completamente explicado, en síntesis palabras e imágenes donde lo particular expresa lo general.
Otros soportes para estos lenguajes clandestino son hojas de papel de mecanografía, que circulan impresas y anónimas de preferencia en los predios de las oficinas públicas. Generalmente los dibujos son de aficionados y portan un contenido político, expresado con imágenes referenciales al sexo.

LA METAFORA ESTA CARGADA DE MUNICIONES

La propuesta de imágenes “subversivas” tienen un excelente caldo de cultivo en la caricatura los cómics, y el dibujo político crítico. También la fotografía. Es imprescindible hacer una consideración muy especial a las performances donde la acción teatral tiene la palabra. Sobre todo en el teatro de la calle, el no-autorizado, donde como he dicho, la metáfora está cargada de municiones.

Antes de referirme en particular a las expresiones plásticas que yo percibo (insisto, toda percepción es personal) adscritas al lenguaje que vamos a llamar “subversivo” en honor a la convocatoria de este encuentro, confesaré las dificultades que tengo con ciertas acciones artísticas críticas por su hermetismo, ausencia de contenido y ambigüedad. Aún considerando que el contenido de las imágenes en las Artes Visuales no es tan obvio ni comprensible como nos quieren hacer creer algunos expertos en semiótica, se confunde el universo real con lo representado, dinero con riqueza, cifras con los hechos, pensamiento con las cosas, ideas con acontecimientos, y el ego con el organismo.
A continuación analizo algunas experiencias que recuerdo estaban orientadas a subvertir el orden reinante en las políticas culturales y artísticas:

1. El Paquete Erótico. Es recomendable referirse al lenguaje en sí y las claves para su descodificación y uso. Nuestro grupo, “Marginal y a Contracorriente”, descubrió al comienzo de los 1980 que trabajar en torno al erotismo y el sexo en el arte y la cultura resultaba una actividad altamente “subversiva” sobre todo con la presencia de un gobierno católico fundamentalista, vinculado al Opus Dei. Así fue como nació el proyecto sobre “Los Fragmentos de la Memoria Erótica de Venezuela” y “El Paquete Erótico”, como no se debatió en profundidad qué es erotismo y qué es pornografía, ni los límites de la censura o la penalización en la legislación vigente, los resultados básicamente satisfactorios, se vieron limitados por la autocensura y la pérdida de los objetivos iniciales del proyecto , por ello comparto lo que un importante pensador cuyo nombre se me escapa, dijo: “los limites de nuestro mundo, son los limites de nuestro lenguaje”.
Por otra parte, para Octavio Paz, no se sabe dónde empieza el mal, si en las palabras o en las cosas y en relación al desgaste sígnico de las expresiones orales o gráficas éste se produce cuando las palabras e imágenes se corrompen y los significados se vuelven inciertos, entonces el sentido de nuestros actos y de nuestras obras es inseguro.

2. Las Celestiales. A propósito de la censura, todos los dibujantes de los medios impresos tenemos un amplio repertorio de dibujos e ilustraciones, censuradas por los directores de periódicos revistas y editoriales. No sólo el rechazo total, a veces era la tijera sobre la imagen, o el cambio de los “globos” del texto. Tal es la cantidad de dibujos censurados puede pensarse en editar un libro con éstas imágenes. Fue entonces legítimo para su tiempo que Miguel Otero Silva y Zapata publicaran LAS CELESTIALES De Fray Iñaqui De Errandonea S.J. – Ilustraciones de Fray Joseba Escucarreta S.J., en forma clandestina y con “seudónimos”, so pena de ser quemados por la “inquisición”.

3. 300 Bolsas de Trabajo. Toda clase de conjeturas y expectativas había causado en el medio artístico la noticia publicada en el diario El Nacional que se repartirían 300 Bolsas de Trabajo a los artistas y público asistente en la apertura del Salón Michelena de Valencia. Efectivamente, ellas se repartieron, un poco después que una veintena de artistas disfrazados de momias sangrantes comandados por Juan Loyola, protestaban ante la presencia del Presidente Herrera Campins por haber sido rechazados de dicho evento, mientras a la entrada del Ateneo de Valencia obreros de la empresa Vickson protestaban repartiendo un panfleto que denunciaba la explotación y maltrato de la empresa en contraposición con dineros que ella entregó para financiar un premio. Las bolsas de trabajo no eran sino una bolsa e papel realizada por un equipo integrada por Víctor Hugo Irazábal, Gilberto Ramírez, Octavio Russo y quien escribe, que contenía dibujos, cómics, manifiestos y objetos para combatir la apatía y el conformismo y que en dichos salones no primara un criterio de élites. Lo lamentable es que todo lo que la bolsa de trabajo denunciaba, sigue igual o peor en las políticas culturales y artísticas.

4. Inconformes permanentes. En las artes plásticas venezolanas, creo que no existe un grupo humano que haya protestado “subversivamente” más que los profesores y alumnos de la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas de Caracas. Se hizo uso de todas las técnicas artísticas desde el rayado mural hasta las performances durante 25 años , sin que las autoridades correspondientes se inquietaran, ya que se trataba de “locuras” de artistas “inconformes permanentes”. Las medidas que tomó el Ministerio de Educación fué degradar la Escuela formadora de los grandes maestros de la Plástica Venezolana, al transformarla en un instituto medio diversificado, que hoy realiza sus tareas en un medio hostil y contaminante. Hoy los miembros de esa comunidad piensan que se “rayan” si salen de nuevo a la calle a protestar; tampoco se “encapucharán”, ni desnudarán para pintarse de azul.

5. Performance Con decoro. Las condecoraciones tradicionalmente han sido objeto de la sátira y crítica de los intelectuales y artistas a pesar de constituir una verdadera institución dentro del Estado para estimular a los trabajadores. Recuerdo haber recibido un condecoración en primera orden a la “capacidad de aguante” y en tercera clase por ser televidente de tiempo completo, el recinto estaba repleto de público que aplaudía frenéticamente, el discurso de orden escrito por Isabel Allende había sido leído en medio de una enorme expectativa por el maestro de ceremonia Edmundo Vargas y las medallas doradas que diseñó Renate Pozo volaron por los aires en medio del tumulto que se condecoraba entre si abrazándose y felicitándose eufóricamente. Dos señores que asistían y que se habían apartados del evento nos miraron de pies a cabeza descargando todo tipo de insultos e improperios por habernos metido con la sagrada institución de las condecoraciones. Grupo Confrontaación Real, Galería Viva México. Performance Con decoro.

6. Bolívar sex show. Existe una amplia documentación de la cantidad de artículos, notas periodísticas vehementes y airadas declaraciones de cancilleres, embajadores y ministros que a favor y en contra generó el conocimiento de la existencia de una postal donde se representaba a Simón Bolívar supuestamente “gay” realizada por el pintor , artista y conceptual, Juan Domingo Dávila de la llamada Escuela de Santiago de Chile, para una exposición en Inglaterra. Para los detractores la tarjeta en cuestión es ofensiva, blasfema, desvirtuadora, tendenciosa, grotesca, detestable, indecorosa, imprudente y grosera. Dávila es la encarnación del enemigo, y todo enemigo puede y debe ser no sólo excluido sino eliminado, él es el mal , la consumación de un sacrilegio. La tarjeta de Dávila ha sido reducida por las autoridades a agente contaminante de los sagrados valores establecidos. Para el artista Dávila, la tarjeta no es la representación de Bolívar sino un ensayo de identidad. Sólo en ella es posible el desmontaje de los estereotipos de la superioridad masculina, posible también la inclusión de la mujer subordinadas históricamente. Aquí el arte no opera sobre la realidad sino que interviene sus representaciones. El arte es un sistema de producción simbólica que habla de lo real por vía indirecta mediante el lenguaje figurado (simulado “travestido”) de la alegoría, la metáfora, el doble sentido.

7. Carlos Zerpa, artista valenciano, tiene una larga experiencia, debido a la fuerte carga crítica de su obra, entre otras recordamos cuando por su exposición CADA CUAL CON SU SANTO PROPIO , un obispo pidió la cabeza del Director de la Casa de la Cultura de Maracay el que literalmente fué botado de su cargo.

8. Ecología y defensa de especies. Me pregunto si una Exposición en defensa de las especies en extinción usa sus pieles y caparazones para escribir con ellos las palabras “NO MAS,” no resulta contradictorio. También en estas mismas exposiciones ecológicas se ha hecho uso de materiales contaminantes ambientales, en contradicción con lo que se quiere defender y todo ello, muchas veces por un principio estético, equivocado.
Es de todos conocido lo que ocurrió con el vídeo por la defensa de los delfines en un Certamen sobre Vídeo Ecológico organizado por ILDIS , el BIOMA participó con un vídeo institucional dirigido por Aldemaro Romero hijo, Director para ese entonces. El vídeo en cuestión se presentó como un documental donde criminales pescadores mataban a delfines. Lamentablemente la presencia de la cámara los delató y la investigación posterior demostró que a estos pescadores se les había contratado y pagado para matar a los delfines. Era evidente en la filmación que lo hacían a disgusto, se establecieron las responsabilidades judiciales y tengo entendido que aún los responsables están en Miami y no precisamente trabajando en el Sea Acuarium.

En la actualidad, desconocemos acciones demoledoras en el medio intelectual que puedan considerarse “subversivas” aunque se sospecha de conspiraciones, como es natural. Por otra parte, no se ha escrito aún el manual para la subversión a través del lenguaje plástico. A lo mejor es buen negocio hacerlo… Eso sí, quedará prohibido usar aerosoles por aquello de destrucción de la capa de Ozono y la contaminación.

Las acciones, si las ha habido, son sólo ocasionales erupciones personales a través de rayados, cartas, manifiestos, que no logran romper la inmovilidad y ausencia de debates, no sólo en el sector de los intelectuales y artistas sino en todos los sectores de la productividad.

La subversión, insurrección, sublevación, o como queramos llamarla, urbana y periférica, así como la violencia, sí son hechos cotidianos de nuestro tiempo, es una realidad que no se puede esconder con palabras equívocas. La Globalización, el neoliberalismo, el capitalismo salvaje, (en fin, los billetudos) con su secuela de miseria crítica, avivan el enfrentamiento, que en su expansión choca con ese poder omnipotente, omnipresente, insuperable. De allí, de ese enfrentamiento, debiera surgir la necesaria imaginación política que se exprese en un lenguaje “subversivo-ilegal” para alterar el “orden reinante”, destapando las ollas sucias de la injusticia social. Los creadores que decidieron no hacerlo, no sumarse, también están en su derecho, es su libertad creadora, es su libertad ideológica, no hay por qué satanizarlos ni excluirlos. ¿quién le puede poner límites a las expresiones artísticas?

A MODO DE SINTESIS
Sí ha habido en las artes visuales lenguajes que han sido considerados subversivos. Sin duda eficaces en sus propósitos y en su tiempo. Imágenes portadoras de un lenguaje corrosivo, agresivo, sarcástico, crítico, testimonial, demoledor, irónico, denunciador, satírico, frente a un sistema político económico vigente. Nos preguntamos ¿lograron sus objetivos? y ¿en qué medida? ¿ES LA CENSURA UNA MEDIDA? Las respuestas se difuminan en el paradigma de la interacción cultural frente al poder, (como en la película Mephisto).

Al respecto viene a mi memoria cómo el demoledor, subversivo y violento cómic español se opuso a la dictadura franquista ¿cuáles fueron sus efectos?. Es evidente que no lograron directamente derrocarlo, Franco murió en su lecho de anciano y aún su fantasma recorre las calles de Madrid y la Moncloa. Después de su muerte, el cómic español mostró una evidente pérdida de fuerza. En relación a esta percepción, tuve la oportunidad de hablar con varios dibujantes en Madrid y preguntarles por esa lamentable situación del cómic, (que también compartían) y uno de ellos me dió una sorprendente respuesta, aún me perturba: “…es que bajo la dictadura éramos mejores.”

Al parecer, mejor suerte tuvo un cómic en el mayo francés como nos narra Luis Britto en su capítulo La Contracultura como Sublevación: “ un núcleo de los “situacionistas” creó escándalo en 1966 en la universidad de Estrasburgo con un cómic que fué fijado en toda la ciudad y un panfleto sobre “la miseria estudiantil”, considerada en sus aspectos político, psicológico, sexual y particularmente intelectual, acompañado de una modesta proposición para su remedio.” La fulminante sucesión de huelgas y manifestaciones que logró la salida de los estudiantes del ghetto de las universidades y de los obreros del ghetto de las empresas, afectó las fábricas, la metalurgia, los textiles, la minería, los transportes colectivos y el correo, y como ya sabemos, el 18 de mayo, nueve millones de trabajadores estaban en huelga, además el movimiento logró la más activa adhesión de gran parte de la intelectualidad.” El cómic habría logrado el propósito para el que fué realizado.

En Venezuela, en sus Artes Visuales, es especialmente en el dibujo de los años 70 y parte del 80 donde se observa la denuncia, el testimonio, y a la crítica social. Eso sí: sin mayor vinculación a movimientos políticos, grupos o partidos. Imágenes que por suerte Juan Calzadilla las ha documentado en su libro “Espacio y Tiempo del Dibujo en Venezuela. Maraven”. En esta producción del dibujo venezolano se percibe gran parte de la resistencia que todo artista como ser humano sensible refleja ante los regímenes autocráticos (represivos y corruptos, ocultos bajo una máscara de democracia) como una de las muchas formas en el camino de la liberación.

En nuestro país, Venezuela, recordamos las acciones y obras de hombres cuyo trabajo fué en su tiempo considerado como inconveniente, incómodo u ofensivo a la moral y buenas costumbres, en fin fué ubicado en la “zona de disturbios” allí están Carlos Contramaestre con su “Necrofilia”; Luis Luksic recordándonos que: “Cuando se suprima la muerte desaparecerán las policías, la represión y el estado”; Dámaso Ogaz, diciéndonos que “El verdadero arte es ilegal”; Daniel González con sus fotografías de perros muertos en la autopista; Gilberto Ramírez, demoledor frente al poder del sistema con sus calaveras repulsivas; Nelson Garrido, retratando el horror; Angel Martínez Lobo (El Grillo) que llenó de graffitis Caracas, mientras se le disparaba y era perseguido por la Disip; y Juan Loyola, performancista, quien afirmaba que “su arte era una metralleta” mientras lo bajaban de la escultura de Bolívar en la plaza de Caracas para ser detenido cortando y pisoteando su pelo pintado de bandera venezolana. Y estoy seguro que hay muchos más.

Ellos se la jugaron y en mayor o menor grado, cumplieron sus objetivos (subversivos o no) en medio del juego contradictorio discontinuo y azaroso en que la conciencia social vive y se expande. Muchas de sus limitaciones radicaron en el propósito estrictamente plástico o la búsqueda de la excelencia visual. En el empeño de hacer visible hasta lo invisible, buscando permanente e inagotablemente en las zonas más profundas de sus conciencias. Así es el arte.

Cuatro de estos honestos creadores ya no están con nosotros, forman parte de la lucha de nuestros pueblos, son parte una historia que se ha pretendido borrar inútilmente. Siempre habrá historia porque siempre tendremos sueños y con ellos, conflictos.
Escribir esta historia, asumir este relato es activar un sueño, el de la liberación en el bien entendido que ningún logro es permanente.